La coyuntura de violencia e inseguridad que enfrenta México no pasa desapercibida para los creadores, quienes de diversas maneras dan opciones para salir de ella, ponerle buena cara o, por lo menos,  hacerla más llevadera sea cual sea la actividad a la que te dedicas.

En esta novela, su autor Juvenal Acosta haga gala de un humor ácido para mostrar cómo la descomposición social que aqueja a la sociedad mexicana afecta hasta a la criatura menos pensada: el último vampiro de la noche, quien ve cuánto compromete y arriesga su inmortalidad y su linaje por entrar en contacto con lo más representativo de esta sociedad.

Tenebroso, el último inmortal, publicado por editorial Planeta, plantea una situación extrema, pero divertida, al iniciar una especie de cruzada personal para resolver la contaminación que le provoca, como a cualquier otro, estar relacionado con seres humanos y absorber las más diversas emociones -lujuria, celos, soledad, ambición y pasión por actividades deportivas, entre otras-, debido a que aún no ha aprendido a darles un adecuado manejo.

“Va a ser muy difícil acabar con los corruptos, los asesinos y los secuestradores”, pensé. “No, Tenebroso: difícil no, imposible. Mis aspiraciones tendrían que ser modestas, pero no por ello menos significativas. Me convertiría en un precursor. Mis acciones enviarían una advertencia muy clara a los perpetradores de aquellos abusos: ‘¡Basta, canallas! Hasta aquí han llegado sus canijos crímenes”.

“No podría deshacerme de todos los políticos, pero sí podría arrancarle la lengua y cortarle una mano a un par de ellos. No podría raptar a todos los secuestradores, pero sí a uno o dos. Les cortaría las orejas para que sufriesen en carne propia el mismo dolor que ellos, sin remordimiento alguno, infligían a sus víctimas. Me sería imposible castrar a todos los violadores, pero fácilmente podría mutilar a media docena”.

Juvenal Acosta (Ciudad de México, 1961) Radica en California desde 1986. Profesor de literatura latinoamericana en el California College of the Arts, en Oakland y San Francisco. Doctor en Letras por la Universidad de California. Es autor de varias antologías de poesía mexicana y de cinco libros de poesía. Escribió las novelas El cazador de tatuajes y Terciopelo violento; también de la serie Vidas menores.