Agentes de la división antiterrorista de la policía brasileña ha detenido la mañana de este jueves a un grupo de diez brasileños sospechosos de pertenecer al Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) y de suponer la mayor amenaza conocida para los Juegos de Rio hasta la fecha. Tras consultar mensajes intercambiados por los jóvenes en redes sociales, Facebook y Twitter sobre todo, las autoridades advirtieron que los jóvenes recibían instrucciones de cuentas que aseguraba tener relación con el ISIS y que estaban buscando armas. La operación se ha desarrollado en los estados de São Paulo y Paraná y, entre los detenidos, figura al menos un menor de edad.

El ministro de Justicia del Gobierno interino, Alexandre Moraes, ha informado de que los jóvenes se habían radicalizado recientemente, que empezaron con la aspiración de viajar al extranjero para luchar en las filas del ISIS, pero que después cambiaron su prioridad por Brasil. Decían que Brasil no era parte de la coalición enemiga del Estado Islámico, que su lucha estaba en el extranjero, pero según se acercaban los Juegos Olímpicos, cuando el país se preparaba para recibir visitantes extranjeros, Brasil se convirtió en el objetivo de sus ataques, ha declarado el ministro en una rueda de prensa.

Moraes ha descrito cómo el grupo empezó a recibir formación militar online y cómo uno de ellos estaba en el proceso de comprar un AK-47 de fabricación rusa en una web clandestina alojada en Paraguay. Los jóvenes respondían al perfil que la policía considera der mayor riesgo: brasileños recién convertidos al islam, frustrados por el tono pacifista de las mezquitas del país, que buscaban en Internet propaganda radical del ISIS. Sus ordenadores y teléfonos móviles han sido requisados que han sido confiscados. El Gobierno ha descartado que el grupo tenga ramificaciones y ha asegurado que se les estaba investigando desde hace tiempo. Esta ha sido la primera acción de este tipo realizada en Brasil desde que el país aprobara su ley antiterrorismo de febrero de este año.

Los Juegos de Río, los primeros de Suramérica se celebrarán entre el 5 y el 21 de agosto, y la seguridad es uno de los principales asuntos de debate durante estos últimos meses. El Gobierno francés se vio obligado a aclarar por carta al de Brasil esta semana que no tenía constancia de ninguna amenaza terrorista concreta, después de que algunos medios aludiesen a supuestas captaciones por parte del autodenominado Estado Islámico.

El portal SITE, que analiza la información yihadista que circula por Internet, informó esta semana de que un grupo denominado Ansar al Jilafá, afincado en Brasil, había proclamado su lealtad a la organización que dirige Abu Bakr al Baghdadi.