La Zona 30, que la alcaldía tratará de establecer en noviembre, beneficiará al peatón, al ciclista, incentivará la economía del centro histórico, reducirá los índices de contaminación por ahora similares a los existentes en  Ciudad de México y mejorará la convivencia de los poblanos. La eficiencia de este modelo comenzó en Alemania 33 años atrás.

Investigadores urbanistas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Puebla, han precisado que los poblanos sí están preparados para conquistar la nueva determinación vial adoptada por el principal municipio poblano.

Alejandro Pérez Villaseñor, director de la licenciatura en Ingeniería Civil, detalló que este seguramente será el primer paso para peatonizar al centro histórico colonial poblano edificado a mediados del siglo XVI.

“Estamos muy preparados para vivirlo porque en el día a día vivimos cosas peores, la velocidad promedio está muy por debajo de los 30 kilómetros por hora, aunque las velocidades límites están establecidas en 40, 50 y 60 kilómetros por hora”, precisó.

Pero desde la perspectiva del también académico, los límites de velocidad en la circulación vial para unidades motoras debería de ser entre los 18 a los 20 kilómetros por hora.

“Lo que hace el gobierno no es alentar la circulación sino que evitará se exceda una velocidad, sobre todo para la protección del peatón y del ciclista. Sí estamos preparados. Y está bien que ahora el policía diga a la gente vete más tranquilo porque necesitamos ese tipo de educación”, pormenorizó.

“Que nos den este tipo de educación es bueno, que nos den este periodo de colchón porque  vamos a tener dos meses en los que los oficiales nos pueden hacer advertencias verbales pero no se aplicará multa. Este periodo va a hacer el de transición”, dijo.

El director de Ingeniero Civil del Tec de Monterrey, aclara que el centro histórico no está preparado para recibir y caminar de la mano con la Zona 30, “personalmente, creo que no. En lo personal yo soy de la idea de que el centro debería ser peatonal porque, a fin de cuentas, es un centro que se construye a mediados del siglo XVI está diseñado para que transiten carretas y no para que los vehículos den vuelta.  Ahora, desde el punto de vista arqueológico, tenemos muchos problemas que se llegan a presentar en este tipo de inmuebles como la contaminación, el bióxido de carbono carcome lo que son los acabados y la vibración”.

El esfuerzo de las autoridades municipales por reducir la contaminación y los accidentes será, dijo, el primer paso para desincentivar el uso del vehículo en el centro, por eso auguró que pasará a ser peatonal como en Oaxaca, en algunos sectores del primer cuadro del propio Distrito Federal y de una importante zona de Guadalajara.

“El hecho de cerrar calles para que sean exclusivamente peatonales ayuda mucho a la movilidad y ayuda mucho a la economía, creo que esto será uno de los principales detonantes de que se dé un paso final a la peotanización”, remató.

Disminuirán índices de contaminación

En su momento, la urbanista Thalía González, destacó que la acción de poner en marcha un proyecto como el que funcionó en Alemania es una forma de proteger a los peatones y a los ciclistas sin la necesidad de realizar inversiones representativas, atendiendo el manual de accesibilidad universal.

La investigadora puntualizó que con estas nuevas zonas se favorecerá el paseo peatonal y se incrementaría  la actividad económica. 

“Debemos estar enfocados en un cambio de paradigma urbano y apostamos por humanizar el espacio público. La movilidad no se puede hacer sin recordar la pirámide de jerárquica en la cual el peatón primero, luego la bici y al final el carro. En 1983 se establece la primera zona 30 en una pequeña ciudad de  Alemania. Y a casi 30 años en el municipio de Puebla se considera hacer una zona de este tipo en la que interactúen peatones y automovilistas de manera segura y puedo comprender que el 25 por ciento de la población es automovilista, pero se debe recordar que todos somos peatones”.

Cinco virtudes

Thalía González  destacó cinco puntos esenciales que los poblanos apreciarán y atesorarán cuando se den cuenta que la medida no los perjudica.

“Mejora seguridad vial, se recupera el espacio público para socializar, fomenta la movilidad no motorizada. Tenemos un millón 366 mil 819 vehículos de los cuales el 55 por ciento circula en Puebla capital que representa un aumento del 2.3 por ciento en comparación con el 2012, cuando se registraron un millón 334 mil 844 unidades,  desincentiva el uso del carro y reduce emisiones y mejora la eficiencia energética: reduce emisiones de efecto invernadero, un carro produce entre 100 y 400 gramos de emisión y un litro de gasolina rendirá 9.5 kilómetros”.

Respetar sí o sí

Para el urbanista José Antonio Sáenz de Miera Cuatlayol, la autoridad municipal  deberá hacer que se respeten las reglas para que el proyecto sea exitoso.

Puntualizó que los peatones no se deberán confiar cuando entre la nueva regla en juego retando a la suerte caminando en el arroyo vial porque no tendrán pretextos para caminar sobre  las banquetas.  

Cuadrante

La Zona 30 limitará la velocidad con la que los automóviles podrán circular en las coordenadas que integran el bulevar 5 de Mayo, la avenida 31 Poniente-Oriente, la avenida 11 Norte-Sur y la 28 y 30 Poniente-Oriente. Los automovilistas observarán  señalética horizontal en los arroyos viales y verticales con la leyenda: velocidad máxima 30 kilómetros por hora.