Los trabajos de renovado de drenajes y tuberías de agua potable, así como la instalación de cableado subterráneo en un pequeño segmento de la 9 Su-Norte entre la 11 Poniente y la 16 Poniente comienzan a notarse mediante la operación herramientas mecánicas que han dejado al descubierto las “arterías vitales” ese segmento de la población.

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El tendido de la carpeta de cemento hidráulico, con la renovación de las tuberías, tiene un costo de 15 millones de pesos. La obra estará lista antes del uno de enero del 2017.

Cuadrillas de trabajadores laboran intensamente para cumplir con los tiempos establecidos por la comuna. Los trabajos intensos son notorios tanto en la 9 Sur-Norte, a la altura de la 4, 6, 8 y Norte, como en la parte correspondiente al sector sur entre la 11, 9, 7, 5, 3 y Avenida Reforma.

Los trabajadores consideran que si las condiciones climatológicas son bondadosas, terminarán antes de diciembre, pero el tendido de la carpeta de concreto hidráulico, desde su perspectiva, no tendrá problemas porque la proyección de aplanado y compactación de la tierra se realiza con la tradicional aplanadora y con una “moderna bailarina” o apisonadora.

De acuerdo a los datos proporcionados por los “maestros” de la obra, el avance ha superado sus propias expectativas porque no han encontrado daños colaterales como ocurrió durante los trabajos de la 11 Sur-Norte, en donde el descubrimiento de hundimientos fuera de lo común ocasionó trabajos extra de renovación total de las cajas captadoras de las aguas negras de la línea de drenaje.

Más de 200 “maestros” con el trascabo, aplanadora, apisonadora y palas mantienen un ritmo laboral intenso sin importar el calor que cae a plomo entre las 11 del día y las 16 horas.

Don Martín, quien es el responsable de una de las cuadrillas que labora sobre la 9 Norte, entre la 6 y la 8 Poniente, explicó a Intolerancia Diario que la carga de trabajo se dosifica en los tunos matutinos y vespertinos con la planeación de los ingenieros responsables de la obra.

Hasta el momento, los trabajadores han cumplido con la bitácora de la obra, que de acuerdo a la información proporcionada por uno de los ingenieros, quien no dio su nombre porque sus empresas les han prohibido hablar con representantes de medios informativos, los indicativos apuntan a la superación del trabajo planeado desde la mesa donde se pormenoriza la obra.

Desde la perspectiva de los “maestros” de la obra, el aplanado de la tierra será fundamental para evitar posteriores inundaciones de la carpeta de concreto hidráulico, “si las aplanadoras o las ‘bailarinas’ compactan bien la tierra, el nuevo concreto tendrá un lugar sólido para pegarse fuerza al ‘firme’ (carpeta de tierra interior)”.

En algunas calles se notan “los surcos” abiertos por donde pasan las tuberías del drenaje y de agua potable. Esos segmentos están listos para que los nuevos tubos, fabricados con una combinación de diferentes tipos plásticos resistentes a la corrosión de las aguas negras, resistan el paso del tiempo que puede oscilar entre los 30 y 40 años en caso de no registrarse una contingencia natural o un accidente.

Los nuevos conductos por donde pasarán las aguas negras de ese segmento del centro histórico son revisados por los ingenieros responsables de la obra para corroborar su calidad.

Capotean el tiempo

En tanto, la vida de los negocios como tiendas y fondas que hacen mayoría en la 9 Sur-Norte mantiene un ingreso para “defenderse” con lo que consumen trabajadores de dos turnos hasta que se estrene la nueva ruta.

Hasta el momento, los encargados de las tiendas, fonditas y otros giros de negocios mantienen el dicho de que sus ventas han disminuido más del 40 por ciento, a pesar de las compras frecuentes de refrescos y tortas que realizan los trabajadores de la obra.

Propietarios y empleados de los negocios esperan que la época decembrina cambie el panorama antes del arranque de la segunda quincena del último mes del año para recuperarse de la baja de ventas causada por la rehabilitación de la calle 9 Sur-Norte

La queja

En esta ocasión los trabajadores de las diferentes cuadrillas se quejaron de algunos ciudadanos de a pie y de automovilistas por recamarles por la saturación de tránsito en la calles Reforma, 5, 3, 7 y 9 Poniente, así como de la 4, 6, 8 y 10 Poniente.

Los trabajadores destacaron que en ocasiones son víctimas hasta de burlas agresivas de los pobladores que transitan por donde se realiza las faenas.