El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, al oficiar la misa de año nuevo en Catedral, en su mensaje pidió a los católicos tener esperanza en el 2017, así como orar para que la violencia no se presente en el estado.

Sánchez Espinosa leyó la carta enviada por la arquidiócesis para que fuera leída en los templos católicos entre el 31 de diciembre y el uno de enero, resaltando la necesidad de buscar la paz.

Dijo que los días entre el término del 2016 y el inicio de 2017, deben der dedicados a la oración, a la reflexión de acción de gracias y a un buen examen de conciencia.

“Al iniciar un nuevo año, reitero mis bendiciones para todas sus familias, para que el 2017 vivamos la alegría del encuentro con el Dios de la Misericordia y el compromiso de los católicos debe ser el buscar la paz”.

“Les deseo que este nuevo año traiga muchas alegrías y felicidad a sus familias a sus hogares y que cada uno de ustedes viva la Misericordia del Dios del amor y el perdón.”

Asimismo, anunció que será el año donde comenzarán a verse los resultados del Sínodo Diocesano que concluyó en 2016, el cual busca la transformación de la iglesia en Puebla.

El arzobispo insistió en que los cambios han comenzado a realizarse desde que iniciaron los trabajos del 5º Sínodo, hace tres años, para  llevar a la iglesia peregrina como lo ha pedido el Papa Francisco.

Recordó que el documento cuenta con ocho capítulos donde se señala que la iglesia está al servicio de la sociedad y se establece que la principal función es salvar vidas a través de Jesús. También se reconoce que ha atravesado por una reorganización administrativa pero sin cambiar su función.

El arzobispo sostuvo que sigue el trabajo de transformación, esto con la indicación del papa Francisco que demandó ir en busca de los hermanos a la “periferia”  y aclaró que esta frase no solo significa el ir a las orillas de las comunidades, sino a la periferia espiritual.

Reiteró que la iglesia no puede quedarse en los templos, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos pues tienen que salir en busca de quienes los necesitan predicando con el ejemplo y, si sobra tiempo, con las palabras.

Con las labores del sínodo, la iglesia pasará de un estado de conservación a una pastoral decididamente misionera, es decir, no se conformará con incluir a quienes ya están dentro.

Puntualizó que “esto va desde la actitud como la organización de servicios acogedores para prestar encuentros, Nos comprometemos no a la burocracia, no al desinterés no a la frialdad, si a la cercanía con los fieles”.

“Se trata de salir y no quedarse en los templos  en grupos de pertenencia o en los movimientos simplemente esperando a los que lleguen los fieles, hay que salir a las calles”, expresó el arzobispo ante sacerdotes de toda la arquidiócesis. 

Indicó que se quiere que la iglesia se manifieste como “una madre que sale al encuentro”, una casa o escuela permanente de comunión misionera y se requiere la conversión personal, así como tomar en cuenta a los pobres y excluidos.

Víctor Sánchez Espinosa, sostuvo que hay una iglesia firme y lo importante para que se extienda la fe es que cada uno emprenda la labor evangelizadora.

“El futuro es promisorio porque han regresado católicos que se habían ido por falta de atención, pero además llegan quienes no habían profesado el catolicismo”.

La iglesia católica, aseguró, tiene las puertas abiertas pues a nadie se le ha negado el acceso ya que esto iría contra los verdaderos principios cristianos e indicó que los sacerdotes no pueden negar el bautismo o comunión a hijos de parejas divorciadas o que viven en unión libre.