Un nuevo año y habrá un nuevo Call of Duty. Luego de seis incursiones en guerras futuristas o incluso en la ciencia ficción, el capítulo de este año de la saga bélica parece que regresará a sus orígenes. Así lo adelantaron desde Activision.

La última entrega de la saga (Call Of Duty: Infinite Warfare) no estuvo a la altura de las expectativas. Fue un fracaso tanto en las críticas —tiene un promedio de 3,5 de los usuarios en metacritic.com— como en las ventas.

Vendió la mitad de copias que el juego de 2015 y encima su competidor directo, Battlefield 1 —situado en la Primer Guerra Mundial— fue un éxito de ventas.

"Call of Duty volverá a sus raíces, y el combate tradicional una vez más tomará el escenario principal", admitió el COO Thomas Tippl.

Por su parte, Eric Hirshberg, CEO de Activision, dijo que si bien el juego "tuvo una tonelada de innovaciones, tenía un escenario que no resultaba atractivo a todos los fanáticos".

Activision tiene tres estudios trabajando en sus respectivas subfranquicias: Infinity Ward, Treyarch y Sledgehammer. El juego que saldrá este año es obra de Sledgehammer y se viene desarrollando desde 2015.

Ya sea por sus pobres ventas, el cansancio de los fans de sus escenarios en el futuro o una combinación de factores, Call Of Duty barajará y repartirá de nuevo para 2017.