Científicos han descubierto microbios largamente inactivos atrapados en cristales gigantescos en la famosa mina Naica de México, y calculado que estos organismos pudieron haber sobrevivido entre 10 mil y 50 mil años.

La mina de Naica produce plomo, zinc y plata, se localiza en el estado de Chihuahua, en el norte de México, y contiene cristales de selenita que miden hasta 1.2 metros de diámetro y 15 metros de largo.

El ambiente al interior de la cueva de cristal es muy caliente y húmedo, y la temperatura puede alcanzar los 60 grados Celsius.

Como no existe ninguna fuente de luz en las profundidades de la cueva, para sobrevivir, cualquier forma de vida depende de la quimiosíntesis, el proceso para obtener energía liberada por reacciones químicas en lugar de a través de la energía solar.

Los científicos han identificado microbios que viven en las paredes y otras áreas cercanas en la cueva de cristal. Sin embargo, los microbios descubiertos por el equipo encabezado por Penelope Boston, directora del Instituto de Astrobiología de la NASA en Moffett Field, California, quedaron atrapados en pequeños huecos y grietas dentro de las masivas agujas de cristal.

A través del uso de instrumentos estériles, el equipo de Boston tomó muestras de estos microbios y fue capaz de revivirlos en el laboratorio.

Estos organismos son sumamente extraordinarios, no están relacionados con nada en las bases de datos genéticas conocidas", declaró Boston en conferencia de prensa durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

Boston y su equipo están bastante seguros de que las muestras de estos microbios especiales no se contaminaron con otros, y que sus cálculos sobre la edad de los microorganismos atrapados en los cristales es sólida.

Análisis como éste muestran qué tan resistente puede ser la vida para adaptarse y florecer en condiciones sumamente difíciles, incluidos otros planetas más allá de la Tierra.

Cualquier sistema extremófilo (que vive en condiciones extremas) que estemos estudiando en la actualidad nos permite estirar más la envoltura de la vida, y lo añadimos a este atlas de posibilidades que podemos aplicar a diferentes ambientes planetarios", declaró Boston.