Mientras en territorio nacional existe una lista superior a los 20 mil pacientes con necesidad de un riñón para seguir viviendo, Puebla suma más de mil 100 solicitantes. Pero, lamentablemente, los más necesitados son 25 niños, destaca el Instituto Mexicano del Seguro Social poblano.

En el Hospital de San Alejandro, en el marco del Día Mundial del Riñón, los especialistas presentaron los casos de los niños Vicente y Yair de 7 y 13 años de edad. El primero esperó seis años para obtener el órgano proveniente de un cadáver y, el segundo, 11 meses para recibir la donación por parte de su hermana. 

La directora del Programa de Trasplantes, Rocío Techalotzi, y el coordinador de trasplantes, Roberto Salinas González, revelaron que en el Hospital de San Alejandro existe un alto porcentaje de pacientes diabéticos que presentan insuficiencia renal a consecuencia de la enfermedad. Resaltó que lo grave, es el aumento de pacientes menores de edad que padecen este problema. 


Rocío Techalotzi Cano reiteró que el problema de obesidad en la población local es la principal causa en la aparición de problemas de riñón. La crisis se refleja en una lista de espera de entre los seis y 10 años para obtener la donación por vía de un cadáver o un donante vivo.

Roberto Salinas destacó que, bajo el programa de Trasplante Renal Pediátrico, el Hospital de San Alejandro del IMSS tiene un total de 25 pacientes en espera de donación cadavérica y 25 más de personas vivas.

Durante los últimos 10 años, el IMSS de San Alejandro ha logrado realizar hasta 122 trasplantes de riñón en niños, indicó Salinas González.

Donación multiorgánica

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Puebla, logró realizar exitosamente la primera donación multiorgánica de este año; una parte de los órganos fueron para San José y otra para San Alejandro.

En el Hospital de Traumatología y Ortopedia se realizó la donación de riñones y córneas que serán destinados para derechohabientes del estado.

75 por ciento son donadores vivos

El 75 por ciento de los trasplantes de riñón que se llevan a cabo en México, provienen de donadores vivos, por eso las instituciones competentes apuntan a reforzar la donación de órganos de personas fallecidas, destaca un  informe del Centro Nacional de Trasplantes de México (Cenatra).

"En México existe un requerimiento importante de órganos con fines de trasplante, tenemos más de veinte mil pacientes en un registro en espera de un órgano, en su mayoría (unos 12 mil) requieren un trasplante de riñón de donante fallecido", precisó.

El informe puntualiza  que no forman parte de ese registro las personas que reciben un órgano de un donante vivo y agregó que otros siete mil 700 pacientes están en espera de un trasplante de córnea.

Hace tres años, México tenía una tasa de donación de órganos de 3.2 por millón de habitantes, ahora ese indicador se ubica en 4.03 por millón. Una cifra aún insuficiente, reconoció Aburto Morales.

Los hospitales públicos son líderes en trasplantes de órganos, mientras los privados llevan la delantera en las operaciones de córnea.

En ese 75 por ciento de donadores vivos, podría esconderse alguna acción ilícita, como la venta de órganos, pero aclara que hasta el momento no se ha descubierto ningún caso de tráfico en el país.

Recordó que cada operación debe ser informada al Centro con toda la información de los involucrados, donante y receptor. Eso ha permitido actualizar todos los registros, evitando así las prácticas ilegales.

"La ley general de salud exige a los establecimientos sanitarios que cumplan con ciertos requisitos, uno de ellos es pedir a estas personas (donadores y pacientes) que firmen un documento para certificar que la donación está libre de comercio o de venta.

“El que dona debe hacerlo por voluntad, de forma altruista y no debería haber una negociación de por medio. Debe pasar por una evaluación del comité de trasplantes, de los especialistas y del departamento psicológico de cada hospital; sin embargo esto no nos garantiza que no pudiera darse algún caso (ilegal)”.

Para reforzar la prevención, el Cenatra firmó a finales de 2016 convenios con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), organismo que controla los trasplantes, y con la Procuraduría General de la República (PGR).