El sector empresarial, identificado con el panismo tradicional de Puebla, encabezado por Jorge Espina Reyes y Gilberto Marín Quintero, arropó a la aspirante panista a la candidatura a la presidencia de la República, Margarita Zavala Gómez del Campo, durante una cena privada en la que hubo seguridad de los propios convocantes para “que no se filtrará la gente morenovallista”.
De acuerdo con fuentes consultadas, el encuentro donde participaron al menos 200 personas fue promovido por los propios empresarios que en el sexenio anterior fueron marginados para la ejecución de las grandes obras, y el expresidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez, mismos que recibieron a la aspirante en la exhacienda de San José Actipan, propiedad de Jorge Espina Reyes, quien fuera presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y miembro del Patronato de la UPAEP.
En la mesa principal, según las fuentes, estaba el presidente del grupo Mabesa, Gilberto Marín Quintero, y el titular de la Cámara Nacional de Comercio, Marco Antonio Prósperi Calderón.
Las personas consultadas indicaron que se hicieron presentes medianos y pequeños constructores que no tuvieron participación en las obras que ejecutó la anterior administración estatal.
Además llegaron los panistas doctrinarios, encabezado por Rafael Micalco Méndez, Pablo Montiel Solana, y los regidores del Cabildo de Puebla, Myriam Arabián Couttolenc, Juan Carlos Espina von Roehrich y Guadalupe Arrubarrena, Marcelino León Ochoa, Adán Domínguez.
También asistió el exdelegado federal de Economía, Miguel Ángel Mantilla; uno de los fundadores de la UPAEP, Miguel Espinosa de los Monteros.
A la reunión se sumó el alcalde de San Andrés Cholula, Omar Coyopol, quien rompió con el grupo de Leoncio Paisano Arias.
Para ingresar a la cena, que inició después de las 22 horas, hubo diferentes filtros, el primero con elementos de seguridad, y a la entrada del salón dos empresarios que solo permitieron el paso a la gente que fue invitada o que era reconocida por apoyar el proyecto.
Trascendió que el acceso al propio equipo de la aspirante fue restringido y solo ingresaron al salón sus más cercanos colaboradores, además de evitar la presencia de medios de comunicación.
Asimismo trascendió que Margarita Zavala visitó cada una de las mesas donde había de 10 a 15 personas para escuchar las inquietudes de los empresarios poblanos.
El mensaje contra la simulación
De acuerdo con lo trascendido, en su mensaje reiteró que México quiere un cambio pero no un cambio de partido en el gobierno, tampoco de personajes que terminen en lo mismo.
Se pronunció en contra del doble discurso y de quienes quieren dar un salto al vacío con opciones demagógicas que agravarían todos los problemas.
Señaló que México necesita y exige un cambio con visión, con certidumbre y con responsabilidad, y aseguró que hay tres grandes problemas: incertidumbre económica, la amenaza por las decisiones del gobierno de Estados Unidos y miedo ante la inseguridad creciente.
Por ello, destacó que frente a la incertidumbre financiera se debe cambiar el rumbo de la economía; recuperar el camino de la responsabilidad y el crecimiento; revisar los presupuestos; eliminar dispendios ofensivos: gasto en publicidad del gobierno y de partidos políticos.