Sin duda alguna nuestro país es uno de los lugares más místicos, eclécticos y versátiles del planeta. En México podemos encontrar todo tipo de expresiones culturales, artísticas así como religiosas. Celebramos absolutamente todo, el día de la madre, el día del trabajo, que curiosamente se festeja sin trabajar, e incluso, en San Pedro Cholula, existe un día para celebrar a la “Santa Embriaguez”.

El día de ayer, 27 de marzo, se realizó en San Pedro Cholula la tradicional fiesta de la “Tlahuanca”, una festividad de gran importancia para la región en donde se celebra a San Pedro de Ánimas. La traducción literal de “Tlahuanchi” es “Borracho” por lo que también se celebra a la “Santa Embriaguez”.

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“La Tlahuanca” fue organizada por el mayordomo de San Pedro de Ánimas, Evodio Percino Toxqui y su esposa Concepción Hijuitl Pérez. De este lugar, a unas calles del zócalo de San Pedro, salió la peregrinación con dos imágenes de San Pedro de Ánimas. De la peregrinación salieron unas 50 personas, entre religiosos, ciudadanos, una banda de viento, algún periodista y los famosísimos coheteros.

Antes de llegar a la Capilla Real de San Pedro, la procesión pasó por dos imágenes más, entre ellas una virgen de Guadalupe. El recorrido duró aproximadamente treinta minutos. Al llegar a la Capilla se celebró una misa.

Después de la misa, el sacerdote encargado de las actividades eclesiásticas bendijo los más de 300 litros de pulque que fueron repartidos entre la comunidad, y así, con la bendición del más alto, inició una de las briagas más grandes y representativas de Cholula.

En el parque de la iglesia pudimos ver a casi diez barrios diferentes atendiendo a los visitantes completamente gratis. En la “Tlahuanca” se repartió de comer y beber a todos los visitantes. El pulque, naturalmente, no duró ni 45 minutos.

La “Tlahuanca” se realiza cada el cuarto lunes de Cuaresma

De entre los asistentes pudimos encontrar a grandes investigadores, entusiastas, escritores y promotores de la “bebida de los dioses”, como el investigador y museólogo Javier Gómez Marín quien durante 30 años se ha dedicado a recolectar todo lo relacionado con el pulque; a los integrantes del “Colectivo Tinacal” quienes vinieron desde Ciudad e México para vivir la experiencia, así como con Corina Salazar, escritora del libro “Hijos del Maguey”, publicado en colaboración con Eduardo del Rio (RIUS); y a Hugo Puig {Avila, jicarero con más de 20 años en el movimiento.