El gobierno del Reino Unido notificó este miércoles por escrito su decisión de dejar la Unión Europea (UE) con una carta presentada en el Consejo Europeo en Bruselas, el primer paso formal hacia el Brexit y el desencadenante de un largo proceso de negociaciones.

Cuando estas terminen, en un máximo de dos años, Europa habrá perdido a la quinta economía del mundo, según el PIB nominal, y una potencia nuclear vital en el esquema defensivo de la OTAN.

En cambio, el Reino Unido se enfrenta a la amenaza de perder a Escocia e Irlanda del Norte, descontentas con el Brexit y fuertes opositoras a la medida en el referéndum de 2016, así como numerosas repercusiones económicas para sus empresas.

El proceso formal comenzó este miércoles en el momento en el que Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, recibió a las 11:30 (GMT) una carta de parte de la primera ministra Theresa May en la que manifiesta la intención de su país de dejar la UE, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa.

A partir de entonces, habrá un plazo de 24 meses luego del cual el Reino Unido estará formalmente fuera de la UE, salvo que se llegue un acuerdo para una prórroga o que los británicos den marcha atrás.

El próximo paso llegará a fines de mayo, cuando se inicien las negociaciones para lograr la salida, que estarán marcadas por una primera reunión entre May y los líderes de los restantes 27 miembros el 22 de junio.

La primera cuestión sobre la mesa será la "cuenta" que la UE intentará cobrar al Reino Unido en concepto de compromisos adquiridos. Si bien no existe una cifra oficial, se estima que ronde alrededor de los 60 mil millones de euros y que será motivos de fuertes disputas.

Por otro lado, May buscará que la salida sea lo más rápida posible e intentará proteger al mismo tiempo acuerdos comerciales específicos en sectores como la banca financiera y las automotrices, que dependen, en gran medida, de sus negocios en la UE.

Mientras que los europeos intentarán proteger los derechos de casi tres millones de sus ciudadanos que residen actualmente en el Reino Unido con las libertades y prerrogativas de la UE, y que podrían ver un cambio en sus derechos.

También, los británicos avanzarán hacia una Gran Ley de Revocación del European Communities Act, aprobado en el Parlamento en 1972 y que significó el ingreso a la entonces Comunidad Europea.

Los diarios tradicionales británicos, tales como Times, Daily Telegraph y The Guardian, abrieron sus portadas con el Brexit y la incertidumbre que rodea al proceso.

Mientras que los tabloides Daily Mail, Sun y Daily Mirror, que hicieron campaña por la salida, hablaron de "Libertad" y consignas nacionalistas.

Gran Bretaña aprobó en junio de 2016 dejar la Unión Europea en un referéndum en el que el Sí se impuso por el 51,89% de los votos.

En su mayoría, la medida encontró apoyo entre las personas mayores, los hombres y los residentes en pequeñas ciudades y comunidades rurales de Inglaterra y Gales.

En tanto los jóvenes, las mujeres y los residentes de Londres, Escocia e Irlanda del Norte votaron en su mayoría por permanecer en la UE.

Las declaraciones 

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, informó el miércoles ante el Parlamento británico que el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que dispone la salida de un miembro de la Unión Europa, quedó formalmente activado, "un momento histórico del que no hay vuelta atrás".

"Cuando me siente en la mesa de negociaciones en los próximos meses, voy a representar a todas las personas en el Reino Unido, jóvenes y viejos, ricos y pobres, ciudades, pueblos, villorrios y aldeas", consideró la mandataria. "Y sí, a los europeos que han hecho de este país su hogar, es mi determinación más fuerte llegar al mejor acuerdo para todos aquí", agregó.

May aseguró que el Reino Unido "está dejando la institución de la Unión Europea, no Europa", y que "ahora más que nunca el mundo necesita de los valores liberales y democráticos de Europa, valores que el Reino Unido comparte".

Mientras tanto, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, aseguró que "no hay razón para pretender que sea un día feliz ni en Bruselas ni en Londres".

"Pero paradójicamente hay algo bueno en el Brexit, y es que ha hecho la comunidad de 27 miembros restantes más unida que antes", consideró.

"Permaneceremos unidos y resueltos en las difíciles negociaciones que se aproximan", dijo Tusk. "No hay nada para ganar en este proceso, para ningún lado", agregó.

En esa línea, el exprimer ministro polaco consideró que la situación llamaba al "control de daños" y a "minimizar el costo del Brexit para ciudadanos y negocios europeos".