La expresión Vanguardia Progresista, del Partido de la Revolución Democrática, manifestó que la salida de Luis Miguel Barbosa del PRD en Puebla debió aplaudirse luego del daño que generó al PRD, y consideró que López Obrador no ha medido las consecuencias que traerá consigo la llegada de un personaje “que traiciona”.

En rueda de prensa, los integrantes señalaron que la presidenta estatal, Socorro Quezada, a pesar de que ha pertenecido a la misma corriente, ha mostrado una actitud diferente y ha votado en contra de iniciativas que afectan a los ciudadanos.

Felipe Ortega Marín, expuso que ahora es el turno de la corriente Nueva Izquierda (NI) salir del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por perjuicio le ha provocado a esta fuerza política con la afiliación masiva de militantes en Puebla.

Ortega señaló que en el proceso electoral de 2016, para elegir gobernador de Puebla en el PRD, lograron alrededor de 62 mil votos y, en los primeros meses de 2017, el padrón de militantes creció “inexplicablemente” a 130 mil registros.

“Están coaccionando a la gente mediante apoyos, programas sociales y prebendas para que se afilien al partido, es una situación atípica”, denunció.

Ortega Marín sentenció que la corriente Vanguardia Progresista se mantendrá dentro de las filas del PRD al afirmar que están comprometidos con la ideología del partido y están seguros que renacerán en el próximo proceso electoral de 2018.

Insistió que Luis Miguel Barbosa fue uno de los artífices de la alianza con Moreno Valle en los años 2010 y 2013, haciendo a un lado los intereses del partido.

Así, comentó que la salida de algunos perredistas para sumarse a Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no generará ninguna afectación al PRD debido que estos militantes no compartían la ideología del sol azteca y, por consecuencia, no participaban activamente.

Compran conciencias

Posteriormente, el líder de Vanguardia Progresista en la entidad, sostuvo que existen “operadores pagados” en los 26 distritos electorales donde tienen centros de afiliación, en los cuales se ha dado dicho incremento de militantes que serían afines al gobierno estatal.

Señaló que entre dichos operadores políticos se encuentran miembros de la facción Nueva Izquierda (NI), quienes “quieren tener el partido para que les sea fácil una política de alianza entre el PAN y PRD en 2018, pero una alianza con la derecha es antinatural”.

Ortega Marín dijo que las expresiones en contra de la administración morenovallista realizarán un trabajo unitario para resarcir las diferencias y de manera conjunta “estar pendientes de esta embestida del estado”. 

Los morenovallistas, remarcó, a través de esta corriente perredista, el grupo Foro Nuevo Sol y la iniciativa Galileos están empujando para apoderarse de la dirigencia estatal.

Reiteró que la intención es forzar a una coalición electoral entre el PRD y el PAN para beneficiar el proyecto presidencial del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, haciendo creer a la militancia del sol azteca que él será el candidato para 2018.

Además, sentenció que la política de alianzas, así como la designación de candidatos a un cargo de elección popular, les corresponde por estatutos a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) a propuesta de las dirigencias locales.

Finalmente, demandó a la administración estatal que “saque las manos” del proceso interno del PRD y a la corrientes que dejen los ataques sistemáticos hacia la dirigente estatal, Socorro Quezada Tiempo, a quien ofrecieron su respaldo total.