El 65 por ciento de los poblanos mayores de 18 años consideró que vivir en su ciudad es inseguro, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática (Inegi).

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Sin embargo, dicha percepción de inseguridad bajó en el mes de marzo, según información proporcionada por la institución federal, luego de que en diciembre alcanzó el 79.3 por ciento, una de las más altas de 2016.  

Inegi, informó que el 80.2 por ciento de la población nacional manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública. Asimismo, el 73.4 por ciento se siente insegura en el transporte público, 66 por ciento en el banco, y 65.1% en las calles que habitualmente utiliza.

El promedio nacional alcanzó 72.9 por ciento en el primer trimestre de este año, luego de que en diciembre llegó a un 74.1 por ciento de la población que se siente insegura.

La ENSU dio a conocer el índice de estimadores representativos para 51 ciudades de interés, más la Ciudad de México, dividida en cuatro regiones: Norte, Sur, Oriente y Poniente.

Asimismo, el 36.8% de la población mayor de edad, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, lo que representa un aumento de 2.2 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2016.

La misma genera información sobre diversos aspectos de seguridad pública: sensación de inseguridad por temor al delito; expectativa social sobre la tendencia del delito y atestiguamiento de conductas delictivas.

Asimismo, por cambios de rutinas o hábitos por temor a ser víctima del delito; así como percepción del desempeño de las policías Preventiva Municipal, Estatal, Federal y la Gendarmería Nacional, entre otros temas.

La población consultada, mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, como consumo de alcohol en las calles en un 64.7%.

El 63% percibió robos o asalto, y un 51.8% vandalismo, venta o consumo de drogas un 40% y bandas violentas o pandillerismo, hasta un 34% y disparos frecuentes con armas el 32.5 por ciento.

Esto significa un aumento de 3.1 puntos porcentuales, con respecto al mismo periodo, pero de 2016, en cuanto a la atestiguación de disparos frecuentes con armas.

Mientras que, para los casos de vandalismo en las viviendas o negocios y bandas violentas o pandillerismo, se observaron disminuciones de 6.4 y 3.8 puntos porcentuales, respectivamente.

El miedo

Las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Ecatepec de Morelos que alcanzó el 93.6%; Villahermosa, Tabasco con 93.4% y Chilpancingo con 93.3%.

Asimismo la Ciudad de México, el 92.9% de su población se siente insegura; Fresnillo, el 91.3% y Coatzacoalcos, Veracruz, con 91.2 por ciento.

Ciudades cuya percepción de inseguridad es menor fueron: Puerto Vallarta que alcanzó apenas el 29.7% de su población; Mérida con 33.1%, Durango con 36.7%, además de Saltillo con 43.9% y Piedras Negras en Coahuila con 48.7%, además de Aguascalientes, con 49.9%.

Con periodicidad trimestral, la ENSU ha realizado a la fecha quince levantamientos. El primero se llevó a cabo en septiembre de 2013, mientras que el último fue en marzo de 2017.

En los últimos seis años el alza en inseguridad en Puebla, ha sido registrada por distintos organismos, en el que se aprecia el incremento tanto en delitos del fuero común, como en los de alto impacto y hasta los vinculados con el crimen organizado.

Por ejemplo, el número de denuncias registradas por los Ministerios Públicos y archivadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), mientras que el crecimiento de la incidencia delictiva en general rozó el 30 por ciento.

Todo es sustentado con los datos de la Encuesta de Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) y por el Inegi.

Se comprobó que delitos de alto impacto como el secuestro y el robo con violencia prácticamente se triplicaron, y el homicidio doloso tuvo un crecimiento del 26 por ciento.

Además, otros como el homicidio imprudencial o culposo decreció, en comparación con las cifras de los últimos dos sexenios.