El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Leobardo Espejel, reveló que aproximadamente dos niños y niñas de cada salón de clases en la entidad viven estresados, factor  que en ocasiones puede llevar al suicidio.

De acuerdo a una encuesta al interior de las escuelas que la unión realizó entre un grupo de 32 alumnos, dos de ellos tienen problemas básicos en su forma de pensar  por diferentes  problemas familiares y económicos.

Ante este marco, exigió, a la Secretaría de Educación Pública (SEP) realizar las actividades preventivas necesarias  reforzar a los comités de padres de familia.

Además indicó que el lidiar con las dificultades de aprendizaje y atención puede dañar la autoestima y causar estrés, sin embargo, advirtió que afortunadamente es posible ver qué provoca estos episodios.

También indicó que todos los chicos y chicas enfrentan desafíos, pero los alumnos con dificultades de aprendizaje y atención podrían tener que lidiar con una cuota adicional de estrés relacionada con la escuela y la vida social.

Espejel recalcó que las dificultades de aprendizaje y de atención pueden afectar las emociones de los niños, lo que aumenta el riesgo de padecer condiciones mentales como la ansiedad y la depresión.

El principal problema radica, dijo, en las desigualdades sociales que pueden crear los deberes entre los niños, debido a que muchas familias no pueden facilitar a los menores los medios necesarios para realizarlos o por el mero hecho de que hay familias desestructuradas en la que el entorno no es el más adecuado para que el menor pida la ayuda de algún tutor para hacer los deberes.

Otro de los principales contras que hay sobre el estrés es la sobrecarga lectiva que supone para la gran mayoría de alumnos porque además de las cinco horas que los menores pasan en la escuela realizando tareas, muchos se enfrentan a actividades extraescolares que convierten el día a día de los niños en más que una jornada laboral.

Así, entre ir al colegio, hacer las tareas, asistir a clases de refuerzo o practicar actividades extraescolares, la jornada de un niño de educación primaria resulta estresante por la serie de conflictos con la familia y los adicionales de la cotidianidad escolar.

Además en la actualidad los niños, añade, son más sensibles a la ansiedad: “Digamos que este sentimiento es algo normal pero ellos (los menores) tienen menos recursos para combatirlo y sus efectos tienen más consecuencias ante cualquier prueba que suponga un fracaso y se suman los conflictos familiares, pues se les cierra el camino”.

Una buena forma de afrontar el estrés que provoca un examen, recomendó, es un hábito de estudio diario y de dominar unas técnicas de estudio adecuadas (de lectura, comprensión, subrayado, anotación al margen, esquemas, resúmenes o mapas conceptuales).

Renovación de mesas directivas

Sobre la renovación de mesas directivas en colonias pidió a las autoridades realizar su tarea aportando la información necesaria para que los jóvenes tengan la oportunidad de sufragar y prepararse así a las contiendas electorales.