Al cumplirse 41 años de la toma del edificio Carolino de la Buap, Alejandro del Castillo Saavedra sostiene que esta acción fue producto de la luchas de las izquierdas, mismas que han generado que no llegue ninguna de ellas al poder, pues los grupos que las integran se mantienen sin reconocer sus culpas, aseveró.

En entrevista, Del Castillo Saavedra recordó que el 26 de abril de 1976, un grupo de universitarios, entre ellos Humberto Fernández de Lara, Carlos Talavera Pérez, Alejandro Gallardo Arroyo y Genaro Piñeiro López, fueron a la aventura de una toma, cuando los habían dejado solos.

Alejandro del Castillo señaló que a 41 años, las izquierdas pueden unirse, incluso la del Partido Revolucionario Institucional, aunque algunos se asusten con esta idea. 

-Alejandro, ¿participaste en la toma del Carolino?

-Esa es una de las mentiras que he tenido que soportar durante 41 años, mientras otros, no digo nombres, niegan su participación pero las imágenes ahí están. Yo nunca entré al edificio, nunca participé en la toma, es una culpa ajena que cargo.

-¿Qué ocurrió ese año, eras parte del grupo pagado por el gobierno de Luis Echeverría para apoderarse de la universidad?

-Por eso te digo que es una luchas de las izquierdas que debe analizarse a profundidad y la realidad es que ambos fuimos por el presidente Luis Echeverría, al final se demostró que solo sirvió para desprestigiar a la izquierda.

La toma del Carolino fue una consecuencia y desafortunado evento producto de una contradicción entre el Partido Comunista y un grupo de estudiantes, desde antes que nos afiliáramos al Partido Socialista de los Trabajadores, pues era la forma en que actuaba el Partido Comunista de forma violenta contra otros grupos universitarios.

Ante de la confrontación con nosotros expulsan a los compañeros de Filosofía, como Manuel Sánchez Pontón, y hieren de bala a otro compañero Adolfo Pérez Espinosa.

-¿Quién los movía?

-Éramos estudiantes o jóvenes universitarios, e incluso se dio la idea de acudir a pedir el apoyo del presidente Luis Echeverría, llegamos a Los Pinos, estuvimos con él y, cuando le dijimos que había que rescatar a la universidad, nos dijo que él tenía trato directo con la administración universitaria desde hace tiempo.

En la reunión estuvo Gaspar Chávez Zárate, Alejandro Gallardo, Genaro Piñeiro, fueron seis horas pero solo nos dio ilusiones, en el fondo se buscaba enfrentar a las izquierdas como lo hacen ahora y Echeverría era muy astuto.

-¿La universidad estaba armada?

-Por supuesto, la administración armó a alumnos, y a los propios trabajadores administrativos, un ejemplo fue el Frente de Estudiantes por el Socialismo, y fueron los miembros del Partido Comunista los que lo hicieron.

La universidad se convirtió en una agencia de colocaciones que manejaba el PCM y a la gente de Puebla la hacían a un lado.

Por cierto, en una sesión del Consejo Universitario, a un consejero de ellos se le cayó una arma larga, y lo quisieron negar.

-¿Qué genera el desenlace?

-Fue la elección de Luis Rivera Terrazas, y el incumplimiento de respetar al doctor Cabrera por haber sido candidato a la rectoría. Eran presiones que generaron las acciones de los integrantes del Frente Estudiantil Popular.

-¿Por qué te señalan como autor material de la toma?

-Yo les dije desde un principio que no estaba de acuerdo, para entonces ya no estaba en la universidad, era dirigente del Partido Socialista, incluso ahí está mi renuncia con fecha 17 de marzo de 1976.

Siempre me he preguntado por qué se me atribuye ser uno de los autores, y aclaro que en una vez participé en la toma del Carolino, pero era estudiante de 15 años, pero en esa ocasión no estuve de acuerdo insisto.

Me pegaban porque era presidente de un partido, pero que realmente no avaló la toma.

-¿Cuál fue la salida?

-La salida al ver que no tenía futuro, fue que los universitarios que participaron abandonarían el lugar y se irían de Puebla, cosa que sucedió.

-¿Qué lección puede dejar la toma?

-La toma del Carolino del 26 de abril de 1976 fue producto de la cerrazón, y el autoritarismo del Partido Comunista, el ingeniero Terrazas fue producto de eso, le tengo respeto, incluso trabajé con él en sus últimos años de su vida con la fusión del PST y el PSUM, hay muchos mitos.

-¿Cómo ves a las izquierdas?

-Mira 41 años después veo la oportunidad de que se unan las izquierdas, pues los membretes pueden decirse de izquierda, pero lo que a uno lo reivindica como de izquierda son las acciones, hay una izquierda meditativa, otra actuante, y esas no deben estar provistas de un partido.

Hay personas que se sienten dueños de una institución, pero no del proceso, y si se puede unir la izquierda, incluida la nacionalista revolucionaria del PRI.

-¿Crees en la izquierda del PRI?

-Les guste o no les guste el papel  que Manuel Bartlett ha desempeñado en la defensa de los energéticos, es patriótico, y quienes atacan no mueven un dedo.