La falta de seguridad que se vive actualmente en el estado de Puebla es el resultado de la poca o nula actuación que ha tenido el gobierno federal para atender los problemas que se han generado por la sustracción ilegal de combustible de los ductos de la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX)

Con base en el reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) resulta escandaloso enterarse que en el caso del robo de vehículos se tuvo un incremento del 250 por ciento, pues durante el primer trimestre de este año se registraron en promedio 29 robos de auto de manera diaria (2 mil 255 vehículos robados de enero a marzo de 2017, mientras que en el mismo periodo del año pasado el total fue de 897).

En lo referente a los robos a comercio el incremento que se ha dado en Puebla para este año es del 110 por ciento, pues se tiene registrados un mil 74 reportes, al cierre del primer trimestre de 2017, mientras que durante el mismo lapso en 2016 se registraron 520 denuncias.

Pero esto no es todo, en las colonias del sur de la ciudad de Puebla, así como en juntas auxiliares ya se tienen reportes de venta de combustible robado a particulares, incluso muchos medios de comunicación han documentado esta actividad ilegal.

El hecho es que el crimen organizado ha permeado ya en la sociedad poblana, y nosotros en el Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE) expresamos la urgencia de que el gobierno federal se tomen cartas en el asunto y vengan a brindar apoyo a las autoridades del gobierno del estado.

Expresamos que tenemos confianza en que el gobierno de Antonio Gali Fayad está haciendo las cosas de manera adecuada, sin embargo para todos es conocido que en la entidad poblana hay un importante déficit de policías, situación que ya es de conocimiento de la autoridad federal y que a pesar de saber esta situación no han mandado el apoyo que se requiere para que los poblanos podamos vivir de manera tranquila.

Hacemos un llamado a los diputados federales que “nos representan” en el Congreso de la Unión para que se apliquen y busquen la manera de establecer leyes o bajar programas de apoyo para la seguridad de todos y cada uno de los poblanos.

 

La inflación anualizada en nuestro país es de 5.62 por ciento según reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es decir se encuentra actualmente en el nivel más elevado de los últimos 8 años, esto derivado de la aplicación de la Reforma Energética del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Atrás quedaron los discursos en el sentido de que la liberación de los precios de los combustibles afectarían a quienes más tienen, o aquellas personas que cuentan con vehículos automotores para realizar sus actividades cotidianas porque evidentemente el aumento de los consumibles afecta a todos los mexicanos.

Cabe mencionar que durante la primera quincena de este mes la inflación alcanzó su nivel más alto registrado desde el 2009, cuando se ubicó en 6.20 por ciento, con ello se demuestra que la inflación se mantiene por arriba del objetivo que planteó el Banco de México (Banxico) de 3+/- 1 punto porcentual.

Con esto se puede observar que durante el transcurso del año los precios de la canasta básica continuarán en aumento, situación que afectará el consumo de los mexicanos y derivará en que las amas de casa cada día tengan que comprar menor cantidad de productos para alimentar a sus familias.

Por ello en el Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE) reiteramos las propuestas que hemos planteado desde finales del 2016, cuando ya teníamos previsto este escenario económico por el alza de los combustibles.

Consideramos que es urgente tomar las medidas necesarias en materia de reducción de circulante; que los legisladores federales se pongan a trabajar en estrategias urgentes que permitan estabilizar el precio de la gasolina, el diesel y el gas LP; y que se promueva una resolución miscelánea conservadora.

Son lamentables los dichos de Agustín Carstens quien refirió durante la semana pasada que en el Banco de México se sienten satisfechos con los resultados que tienen hasta ahora, debería darle vergüenza observar como las expectativas inflacionarias que presentó para este año han quedado muy cortas en comparación con lo que estamos viviendo.