Con la exigencia de “no nada más investiguen, sentencien”, periodistas de Puebla reclamaron a las autoridades federales la ola de asesinatos y violencia cometida como integrantes del gremio.

Nuevamente reporteros se apostaron en las puertas de la Catedral, lugar que ha servido como punto de reunión, para la protesta por cada muerte de colegas.

Hace menos de un mes en el mismo lugar se reclamó el asesinato de Miroslava Breach, acribillada en Chihuahua, cuando se exigió que fuera la última muerte contra comunicadores.

Sin embargo, el gremio utilizó playeras con la frase “Prensa, no Disparen”, en colores negro y rojo, emblema en estos casos.

Cabe indicar que durante la manifestación fueron acompañados por activistas, académicos y alumnos de Comunicación, sobre todo, de la Universidad Iberoamericana Puebla y Autónoma de Puebla (UAP).

A manera de ritual, reporteros y fotógrafos colocaron en el piso cámaras y grabadoras, encima de las pancartas e imágenes de los caídos. 

En esta ocasión la exigencia llegó por el crimen contra el reconocido comunicador Javier Valdez, a quien, al parecer, el crimen organizado le quitó la vida en su natal Sinaloa, lo que ha provocado el hartazgo del medio.

Y es que desde 2012, según cifras extraoficiales, han sido ultimados 104 periodistas en todo México.

Por desgracia, el periodismo, en muchos sentidos, ha caminado solo, tal vez no hemos sabido ganarnos la confianza de la sociedad, pero necesitamos su apoyo”, dijo al micrófono Samantha Páez, representante de la Red Puebla de Periodistas.

Así, al menos medio centenar de colegas de distintos medios portaron cartulinas, la mayoría con la leyenda “No se mata la verdad matando periodistas”.

Al hacer uso de la palabra, los comunicadores señalaron que la inseguridad permea en todos los sectores, aunque es con la prensa donde se hace más visible.

El compañero de esta casa editorial, Intolerancia Diario, Francisco Sánchez Nolasco, fue el encargado de leer el manifiesto en el cual se exigió al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), se desempeñe con autonomía y cuente con los recursos financieros y humanos suficientes para que se realicen y concluyan las investigaciones.

Lo más irónico fue que ni en el acto de protesta los comunicadores dejaron de ser blanco de la inseguridad. A la fotorreportera Hilda Ríos de la Agencia Enfoque le robaron su celular mientras tomaba las imágenes.

En la manifestación se exigieron garantías para el ejercicio periodístico, luego de las agresiones que han sufrido reporteros y fotoperiodistas por autoridades de distintos órdenes de gobierno.

Recordaron que en Puebla permanece impune el asesinato de Aurelio Cabrera Campos, director del semanario El Gráfico, que se perpetró en septiembre del año pasado.

En este caso la Fiscalía General del Estado (FGE) ha responsabilizado a otro periodista, Juan Pedro Garrido Juárez, encargado de La Voz de la Sierra, quien se encuentra en calidad de prófugo y cuya familia asegura que no es culpable del crimen.

Según datos de Artículo 19, el contexto para los periodistas en Puebla es adverso. Los funcionarios permanecen como los principales agresores de la prensa en el estado.

Hasta el 30 de septiembre de 2016, este organismo internacional registró 18 agresiones, de las cuales fueron señalados como responsables las autoridades en el 55.5 por ciento de los casos.

Lista de la impunidad

  • José Ramírez Puente, Noticiero Juárez hoy, asesinado en Ciudad Juárez, Chihuahua, 28 de abril de 2000.
  • José Luis Ortega Mata, director del Semanario de Ojinaga, Chihuahua. Asesinado el 19 del febrero de 2001.
  • José Barbosa Bejarano, revista Alarma, Chihuahua, 9 de marzo de 2001.
  • Enrique Perea Quintanilla, director de Dos caras, una verdad, Chihuahua, Chihuahua, 9 de agosto de 2006.
  • Gerardo Guevara Domínguez, del Semanario Siglo XXI, 11 de marzo de 2007.
  • Saúl Noé Martínez, Interdiario de Agua Prieta, Sonora, asesinado en la frontera de Chihuahua con Agua Prieta el 23 de abril de 2007.
  • Candelario Pérez Rodríguez, Revista Sucesos, Ciudad Juárez, Chihuahua, el 23 de junio de 2008.
  • José Armando Rodríguez Carreón, reportero de El Diario de Juárez, 13 de noviembre de 2008.
  • David García Monroy, El Diario de Chihuahua, 9 de octubre de 2008.
  • Ernesto Montañez Valdivia, Enfoque del Sol de Chihuahua, Ciudad Juárez, 14 de julio de 2009.
  • Norberto Miranda, Radio Visión Digital columna “El Gallito Nuevo Casas Grandes”, 23 de septiembre de 2009.
  • Jaime Omar Gándara, fotógrafo, asesinado en la ciudad de Chihuahua, el 20 de septiembre de 2009.
  • Isabel Cordero Martínez, exconductora de Televisa–Chihuahua, 15 de abril de 2010.
  • Guillermo Alcaraz Trejo, camarógrafo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Colaboraba con el periódico digital Omnia Chihuahua, 10 de julio de 2010.
  • Luis Carlos Santiago, fotógrafo del Diario de Ciudad Juárez, asesinado en Ciudad Juárez, Chihuahua, 16 de septiembre de 2010.
  • Francisco Javier Moya Muñoz, locutor de radio, caído en Chihuahua, 21 de abril de 2012.
  • Héctor Javier Salinas, director de medios de comunicación, asesinado en Chihuahua, 21 de abril de 2012.
  • Ernesto Araujo Cano, reportero gráfico independiente, trabajaba para El Heraldo de Chihuahua, Chihuahua, 19 de agosto de 2012.
  • Jaime Guadalupe González Domínguez, director y reportero de Ojinaga Noticias, asesinado en Ojinaga, Chihuahua, 3 de marzo de 2013.
  • Hugo César Muruato Flores, locutor de Multimedios Radio, de la estación “La Caliente”, asesinado el 2 de diciembre de 2011.
  • Jesús Adrián Rodríguez, reportero de Antena 760, ultimado el 10 de diciembre de 2016.
  • Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada y colaboradora de El Norte de Juárez, 23 de marzo de 2017.
  • Javier Valdez, periodista y escritor de investigación en Sinaloa, 15 de mayo de 2017.