La tasa de interés referencial subió en 25 puntos base, a 6.75 por ciento. La decisión fue unánime, de acuerdo con el comunicado de política monetaria del Banxico.  La mayoría de los analistas esperaban que se mantuviera sin cambios, aunque los pronósticos eran divididos.

Especialistas preveían el alza dado los actuales niveles de inflación, de 5.8 por ciento anual, casi el doble del punto medio rango objetivo del Banco Central de 3 por ciento +/- un punto porcentual.

 

La entidad comandada por Agustín Carstens destacó en el texto el avance de la inflación, como factor para realizar el alza.

"Se prevé que durante los próximos meses la inflación general anual continúe viéndose afectada temporalmente, en particular por el incremento en las tarifas de autotransporte y de algunos productos agropecuarios, lo que se añade a los ajustes que se deriven aún de la depreciación acumulada del tipo de cambio real, así como del impacto transitorio del incremento en los precios de los energéticos", dijo.

"No obstante, se anticipa que en los últimos meses de 2017 y durante 2018 la inflación retome una trayectoria convergente al objetivo de 3 por ciento y que alcance dicho nivel al final del horizonte de pronóstico", agregó.

Desde diciembre de 2015, el Banco Central ha subido la tasa en 375 puntos base, ampliando el diferencial con la Reserva Federal de Estados Unidos, que en ese periodo lo ha hecho en sólo 75 puntos.