El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Bruselas para realizar su primer viaje como mandatario a la Unión Europea (UE), y a la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en medio de protestas contra los comentarios que ha hecho.

Trump y su esposa Melania, quienes llegaron de Roma, Italia, fueron recibidos en el aeropuerto por el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, y se reunieron con los reyes Felipe y Matilda de Bélgica.

Por otra parte, alrededor de 6 mil manifestantes protestaron en las calles de Bruselas contra la presencia de Trump, y llevaron pancartas para decirle al controvertido líder que “no es bienvenido” en el país.

Ha mantenido una relación tensa con Europa desde su candidatura, cuando aplaudió la campaña a favor del Brexit y el referendo por el que Reino Unido decidió salir de la UE.

En enero, como mandatario electo, irritó a muchos aliados europeos al declarar que la OTAN es obsoleta y al amenazar de forma indirecta a los aliados con retirarse del pacto si no incrementan su gasto en defensa.

El jueves, Donald Trump se reunirá con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y con el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Ambos funcionarios han criticado los comentarios del presidente estadounidense.

El primer viaje de Trump al extranjero como jefe de Estado lo ha llevado a Arabia Saudita, Israel, Cisjordania y El Vaticano antes de llegar a Bruselas. La escala final de su viaje será Sicilia, Italia, en donde participará en una cumbre del G7 en Taormina.