La fuerte tormenta que sacudió este martes por la tarde a París hizo que algunos confundieran el sonido de disparos con truenos. Pero lo que se escuchó en la explanada de Notre Dame, fueron los tiros con los que un policía neutralizó a un hombre que se había abalanzado contra otro agente blandiendo un martillo, un incidente por el que, a solo tres días del ataque terrorista de Londres, la fiscalía antiterrorista abrió inmediatamente una investigación.

Aunque todavía hay muchos elementos por confirmar, todo apunta a una intencionalidad terrorista. Según el ministro del Interior, Gérard Collomb, el agresor, un hombre que según la documentación que portaba —y cuya autenticidad se está verificando— sería un estudiante argelino, gritó, en el momento de cometer el ataque: "¡Esto es por Siria!”. La agencia France Presse cita a una fuente de la investigación según la cual el hombre aseguró ser "un soldado del califato" del Estado Islámico (ISIS).

El atacante, que según algunos medios aparenta tener unos 40 años, resultó herido y está siendo tratado en un hospital, agregó. Por el momento no se ha revelado su pronóstico. El policía agredido también resultó herido, pero sus lesiones son leves, de acuerdo con la información oficial.

Además, del martillo, el agresor portaba cuchillos de cocina, reveló Collomb. “Hemos pasado de un terrorismo muy sofisticado a uno en el que se utiliza lo que sea para cometer una agresión”, agregó en referencia no solo a este ataque, sino al más reciente atentado de Londres, donde los terroristas arrollaron a transeúntes con una camioneta y luego atacaron con cuchillos. Según adelantó, este incidente será tratado en el Consejo de Defensa que el Gobierno de Emmanuel Macron celebrado cada miércoles. En la cita, se estudiarán eventualmente nuevas medidas para combatir el terrorismo, “la principal prioridad del presidente”, subrayó el ministro.

El incidente tuvo lugar alrededor de las 16.20 hora local en la explanada de Notre Dame, visitada anualmente por unos 13 millones de personas. El agresor se abalanzó contra uno de los tres agentes que en esos momentos patrullaban la zona. Collomb se felicitó de la “sangre fría” y la rápida actuación del policía que disparó contra el atacante. “Si no hubiera habido esa buena reacción, podrían haberse visto afectados también turistas”, recalcó.

La policía evacuó y cerró rápidamente la zona. Aunque declaró “controlada” la situación unos 50 minutos después del ataque, explicó que las personas refugiadas en la catedral saldrían progresivamente. Hasta 900 personas seguían confinadas dos horas después del incidente dentro de la catedral, adonde muchas corrieron a refugiarse cuando empezaron a escucharse los gritos y los disparos.

Imágenes del interior de la iglesia colgadas en las redes sociales mostraban a los turistas sentados en las sillas con las manos en alto. La policía busca a posibles testigos del ataque y espera reunir testimonios en las próximas horas y días.

El suceso se produce tres días después del atentado en el Puente de Londres, en el que hubo siete muertos, y a cinco días de la primera vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia. También poco antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 23 de abril se produjo otro ataque terrorista en París, en el que un policía resultó muerto a causa de los disparos efectuados por un hombre radicalizado en los Campos Elíseos, otra de las zonas más turísticas de la capital francesa.

Francia se encuentra en estado de alerta máxima tras una ola de atentados yihadistas que comenzó el 7 de enero de 2015, cuando 11 personas fueron asesinadas en un asalto a la sede del seminario satírico Charlie Hebdo. El 13 de noviembre de ese año, un comando yihadista que juró lealtad al autodenominado Estado Islámico mató a 130 personas en varios ataques en la capital francesa.