Cerca de mil perros estaban siendo transportados en estrechas jaulas, unos encima de otros, y sin posibilidad de moverse o si quiera respirar, en un camión con destino a un matadero de la ciudad de Guangzhou, China, cuando un hombre interpuso su camioneta en su camino, obligando al conductor del camión a parar. Acto seguido, una multitud de personas se congregó alrededor decidida a intervenir.

De la nada aparecieron 100 coches y más de 300 personas defensoras de los derechos de los animales en disposición de ayudar. Lo primero que hicieron fue descargar las jaulas hacinadas y darles de comer y de beber a los animales. Diez horas más tarde, la mayoría de los perros fueron liberados, están seguros y bajo atención veterinaria.

Los perros han sufrido mucho debido a la situación en la que viajaban", dijo Peter Li, experto en política china de la Humane Society International (HSI), a The Dodo. El viaje duraba tres días y en esas condiciones se estimó que cerca de un 30% de ellos murió por esta causa.

Esta es la carga de perros más grande que he visto nunca", sentenció el experto.

El camión en el que viajaban los animales no tenía certificado de salud que todos los perros vendidos para el consumo de su carne deben tener.

En China, cerca de 10 millones de perros son sacrificados cada año brutalmente por su carne. Dado que no existen granjas de carne de perro, la mayoría de ellos son robados, sustraídos o raptados de las calles. Tan solo unos pocos logran sobrevivir gracias a la intervención de personas como los que protagonizan esta historia.