Orlando Xolalpa Sánchez, el hombre al que Comisionado Nacional de Seguridad Pública, Renato Sales Heredia, presentó como el presunto responsable del homicidio de un bebé y la violación de dos mujeres en la autopista México –Puebla, falleció el pasado jueves.

El hombre al que apodaron “El Chivo”, no pudo recuperar su salud luego que durante el mes que pasó en el Cereso de San Miguel careció de los medicamentos que requería para controlar la cirrosis hepática que padecía.

El jueves 15 de junio, casi un mes después de haber sido encarcelado, fue puesto en libertad y días después solicitó que la Procuraduría General de la República y las autoridades limpiaran su nombre luego que su defensa logró acreditar que no había pruebas que vincularan a Xolalpa Sánchez con los hechos violentos del 2 de mayo.

Durante este viernes el cuerpo fue velado en Moyotzingo, donde su mamá señaló que la enfermedad de Orlando Xolalpa se agravó cuando le suspendieron los medicamentos en el Cereso de San Miguel.

Mayra Xolalpa, hermana del procesado, señaló que durante los 28 días que estuvo recluido tuvo que ser enviado al Hospital General del Sur en tres ocasiones debido a lo delicado de su salud.

Xolalpa Sánchez padecía desde hace 10 meses cirrosis hepática crónica, anemia e hipertensión arterial.

Con una llamada anónima, empezó un viacrucis para Orlando, quien fue injustamente acusado del crimen acontecido el pasado 2 de mayo, en la autopista Puebla-México, cuando una familia fue asaltada por una banda de delincuentes, quienes además asesinaron a un bebé de dos años y violaron a su madre.

Ante la indignación nacional, el Comisionado Nacional de Seguridad Pública, Renato Sales Heredia, y el comisario de la Policía Federal en Puebla, señalaron a Orlando alias “El Chivo” en rueda de prensa en la Ciudad de México, como el presunto culpable detenido.

El Chivo entre tortura

Como en una especie de burla o cinismo, los policías federales que lo aprehendieron lo llamaron “El Chivo”, y así fue anunciado a nivel nacional. Este apodo, fue creado por los mismos elementos policíacos, probablemente a sabiendas que se trataba de un “chivo expiatorio”, ante la oleada de críticas por la poca respuesta de las autoridades en el doble crimen.