Intereses políticos, traiciones e infiltrados hicieron que el movimiento de Chalchihuapan muriera poco a poco y quedara sin justicia, coincidieron en entrevistas por separado la perredista, Roxana Luna Porquillo, y Araceli Bautista. 

Luego que la CNDH señaló que el gobierno de Puebla cumplió con los 11 puntos de la recomendación 2VG/2014, apuntaron que no hubo justicia finalmente.

Araceli Bautista, madre de Jairo Javier Montes, reconoció las infiltraciones y traiciones al interior del movimiento, el que finalmente lo resquebrajó y les puso nombre y apellido: “Porque le echamos la culpa a Alejandro del Castillo a (Arturo) Rivera Pineda y a nuestro flamante fiscal anticorrupción (…) Alejandro del Castillo era nuestro asesor, se decía nuestro asesor, obviamente sabemos que él entregó el movimiento”.

“Arturo Rivera Pineda, era el apoderado legal de la señora Elia Tamayo, todos lo sabemos. Si tú eres el abogado de una causa social o de quien sea, pues tienes que pelear y presentar escritos en defensa (…) Por ahí me indicaban que el señor Arturo Rivera decía que no tenía nada que ver en esto, no, claro que sí, pueden preguntar cuántos documentos presentó para la defensa de Chalchihuapan, si los presentó le voy a ofrecer perdón públicamente”, apuntó.

Mientras tanto, Roxana Luna, en entrevista telefónica desde la Ciudad de México sentenció que no se podía esperar menos, ya que quienes tenían la oportunidad de seguir documentando el hecho, ya no lo hicieron por la llegada de personas que facilitaron al gobierno defenderse.

“Yo llegué hasta la CNDH, pero bueno, hubo quienes facilitaron las cosas en prestarse en disculpas públicas, en recibir una indemnización”, dijo. Aunque reconoció que las indemnizaciones y las disculpas públicas son parte del resarcimiento de daños, afirmó que había otras cuestiones de fondo que se podían aprovechar para garantizar que se diera por cumplida en su totalidad la recomendación por la violación de derechos humanos.

“El argumento de la CNDH es muy claro, si los agraviados se dan por cumplidos, pues aunque nosotros digamos que no estamos de acuerdo, fueron las condiciones y facilitaron estas condiciones los agraviados para que se diera cumplimiento”, aseveró.

–¿El rompimiento que hubo entre la gente fue lo que generó la exculpación?–

–Sí, claro, la operación que ellos (el gobierno) hicieron de dividir el movimiento y generar dudas, pues fue lo que permitió que cada quien se metiera para convencer en que se debía aceptar lo que ofrecía–.

–¿El que haya tomado el dinero Elia Tamayo generó también esto?–

–Pues mira, creo que se valía, nosotros si pedíamos un asunto de justicia, creo que el asunto lo planteó la CNDH junto con el gobierno, lo de la indemnización–.

–¿Chalchihuapan no sirvió de nada?–

–Yo creo que dejó un antecedente ante la CNDH, este asunto de la libertad de manifestación, pero no logramos el objetivo de derogar la Ley Bala, ni que regresaran las funciones (del Registro Civil) a las juntas auxiliares”, dijo.

–¿Se puede decir que la muerte de José Luis fue en vano?–

–No, no puedo decir que era necesaria, creo que Chalchihuapan marcó un antecedente de la organización de las comunidades, era necesaria la organización de los pueblos–.

“Fue la comunidad la que enfrentó al morenovallismo, era necesario, si no hoy no se sabría quién es (Rafael) Moreno Valle”, dijo.