El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, sostuvo que respeta la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que determina posibles los matrimonios igualitarios, sin embargo, reitera que la iglesia mantiene su evangelio de más de veinte siglos, por lo que sostiene que esta unión solo puede ser entre un hombre y una mujer.

Entrevistado tras un mes de ausencia en las celebraciones dominicales de la Catedral de Puebla debido a problemas de salud, Sánchez Espinosa dijo que el pensamiento de millones de católicos en México es el de respetar al matrimonio como una institución sagrada y exclusiva para la unión y creación de vida. La iglesia católica defiende a la familia como fue establecida por María, José y Jesús hace más de 2 mil  de años y como siempre se ha hecho en el mundo, insistió.

“No nos oponemos a que se legisle, eso no nos toca a nosotros, ni a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Legislan los congresos locales y el Congreso de la Unión. La iniciativa está en manos de los legisladores, nosotros solo predicamos el evangelio de la vida, de la familia de la paz”, puntualizó.

Además, Víctor Sánchez aseguró que la iglesia católica nunca ha discriminado a las personas, ni se ha opuesto a sus derechos civiles y jurídicos.

“La iglesia ama y respeta a cada persona y, como madre, acoge a todos. La iglesia no se opone a que sean reconocidos los derechos civiles y jurídicos de cada persona. Ellos se manifiestan con mucha frecuencia, nosotros no decimos nada, nosotros predicamos el evangelio de Jesús, el evangelio de la familia”, precisó.

Mira aquí a Lobos Buap en la Catedral de Puebla

No obstante, consideró que existen problemas más importantes que la corte debe atender, como lo es el tema de la inseguridad que afecta a los poblanos y señaló que los obispos de México, hace algunos meses, emitieron un comunicado en torno a la decisión de la corte.

En el documento se señala:

“Los obispos, respetuosos de las instituciones y de las diversas formas de pensar y vivir, ejerciendo nuestro derecho a la libertad de expresión, reiteramos nuestra convicción, basada en razones científicas, sociales y religiosas, que la familia, célula de la sociedad, se funda en el matrimonio de un hombre con una mujer, que por su capacidad procreativa garantizan la supervivencia de la sociedad. De ahí que, por ser de eminente interés social, el derecho civil confiera a esta unión un reconocimiento institucional, que el Estado ha de promover y tutelar para el bien común.

Esta convicción consta en la tradición jurídica bimilenaria de Occidente, recogida y profundizada a lo largo de nuestra historia por legisladores y juzgadores de diversas corrientes de pensamiento e ideologías, la cual se ve reflejada ya desde el Código Civil de 1870 emanado bajo el gobierno del presidente Benito Juárez, del Código Civil Federal de 1928 promulgado por el presidente Plutarco Elías Calles, y en la mayoría de los actuales Códigos Civiles o Familiares de los Estados de la República.

Por eso, como ciudadanos, consideramos que la sentencia de la Suprema Corte, además de romper con esta sólida tradición jurídica y el bien social que custodia, contraviene los principios del federalismo y la razón de ser de los diversos códigos civiles, que pretenden responder a la realidad concreta de cada entidad federativa y su pluralidad, lo que debe reflejarse en las acciones de los jueces”.

Rechazo a la violencia

Durante su homilía de las 10 horas en Catedral, el arzobispo hizo un llamado a los fieles a  reflexionar en los tiempos difíciles de violencia, corrupción inseguridad e indicó que pareciera que se han acostumbrado.

Asimismo, hizo mención del caso del homicidio de un rector en sus oficinas, situaciones que se repiten, por lo tanto nadie puede quedar sin pedir que haya paz. 

Por lo tanto, en su mensaje dijo en los tiempos difíciles de Jesús, les pidió a sus discípulos que bajaran de la montaña y fueran al encuentro con las comunidades para promover el evangelio y la paz.

Reconocimiento a Lobos

En la misa estuvo el equipo de primera división, Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap) que fue reconocido por el arzobispo como un ejemplo para los jóvenes.