La búsqueda de la recuperación del mercado interno es definida en parte por el poder adquisitivo de la clase trabajadora, por ello en el Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE) consideramos que la propuesta que ha planteado el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en el sentido de incrementar el salario mínimo a nivel país en 92 pesos apenas si servirá para adquirir en un mínimo la canasta básica para alimentar a sus familias.

Así lo comentó el presidente del organismo, Francisco Romero Serrano, al destacar que es necesario referir que con base en el reporte del CONEVAL en este 2017 el ingreso de los trabajadores de nuestro país es similar al que tenía la clase trabajadora hace 22 años, esto derivado de que tras la crisis económica de 1994 se tuvo un estancamiento.

Asimismo refirió, con base en el estudio del Observatorio de Pobreza y Desigualdad de las Universidades Jesuitas de América Latina, que en México se reporta a poco más de 7 millones de personas quienes reciben un salario mínimo, mismo que actualmente se encuentra en los 73.04 pesos, es decir que los poco más de 4 dólares que reciben por día los trabajadores de nuestro país se encuentran muy lejos de los más de 17.6 dólares que percibe un empleado de Costa Rica, 16.7 en Panamá, 12.1 en Guatemala y 10 dólares que les pagan en Belice.

Romero Serrano lamentó que lo más preocupante es que en la lista de las Universidades Jesuitas nuestro país se encuentra en el reporte de salario per cápita por debajo de El Salvador, Nicaragua y Honduras.

En el COE no pretendemos justificar la delincuencia, pero con estos datos tan crudos y este panorama desolador que tienen actualmente os trabajadores, evidentemente muchos han optado por el camino en el cual les ofrecen una mayor cantidad de recursos para atender las necesidades básicas de sus familias.

No nos extraña el crecimiento que ha tenido la industria del huachicol, la trata de blancas, la prostitución, la delincuencia organizada, el robo en todas sus modalidades, puesto que evidentemente hay algo que no se está haciendo de manera adecuada”, comentó.

Por ello es urgente que los legisladores federales, las autoridades de los diferentes niveles de gobierno y el sector empresarial realicen mesas de trabajo para establecer planteamientos reales con los cuales los trabajadores de este país puedan recuperar su poder adquisitivo y se les pague lo justo por su jornada laboral.