Nikki Haley, representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, propuso al Consejo de Seguridad considerar la aprobación de nuevas sanciones contra Corea del Norte y precisó que, aunque no se busca una guerra, la paciencia de EU es limitada.

“Sus abusos en el uso de misiles y sus amenazas nucleares muestran que está rogando por la guerra”, afirmó Haley en una sesión abierta convocada luego de que Pyongyang realizó la víspera la sexta prueba nuclear en su historia.

En agosto este órgano prohibió a Pyongyang exportar ciertos minerales y mariscos, que representan la tercera parte del comercio internacional norcoreano. 

La diplomática estadunidense insinuó que la intención de las nuevas sanciones sería limitar el comercio internacional de Corea del Norte, de este modo, Estados Unidos condenará a las naciones que realicen negocios con este país.

Al respecto, el subsecretario general de la ONU para asuntos políticos, Jeffrey Feltman, sostuvo que las respuestas del Consejo de Seguridad a las provocaciones norcoreanas deben incluir una respuesta diplomática sabia y audaz para ser eficaz.

Por su parte, el representante permanente de China ante la ONU, Liu Jieyi, llamó a Pyongyang a suspender acciones equivocadas, debido a que éstas aumentan la tensión regional.

Conforme a la agencia France Press, el embajador francés, François Delattre, destacó que la amenaza pasó de ser regional a global, por lo que es necesario que el Consejo de Seguridad actúe. Opinión similar tuvo el diplomático de Japón.

“No podemos perder más tiempo", expresó el embajador nipón Koro Bessho a periodistas antes de la reunión pedida por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Japón y Corea del Sur.

“Necesitamos que Corea del Norte sienta la presión; que si siguen por este camino habrá consecuencias", agregó.