El silencio se rompió a la mitad de la marcha que iba a ser de silencio, en protesta por el asesinato de Mara Fernanda Castilla Miranda y los “Ni una más”, surgieron de manera espontánea.

 

Así como los gritos desesperados espontáneas con el clamor de justicia, también surgieron los sollozos, que se mezclaban entre las flores y vestimentas blancas de miles de universitarios.

 

Así, en una sola voz, rompiendo el silencio, entre flores, mantas y enormes fotos, universitarios de la UPAEP, donde Mara estudiaba, recibieron el respaldo de sus otrora rivales de la UDLAP, Ibero, BUAP, y hasta de jóvenes de escuelas de bachiller públicas, que también de manera espontanea se unieron.