La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, se pronunció en contra del “machismo” y del “feminismo radical”, y llamó a una convivencia incluyente donde se permita hablar a todos para evitar generar violencia en la sociedad.

En rueda de prensa, previa a la conferencia del “Primer Foro Internacional Ser Mujer”, organizado por el Sistema Estatal DIF, la indígena guatemalteca advirtió también que el protagonismo de la mujer en la lucha por sus derechos e identidad es una de las razones del porqué ha crecido la violencia contra este género, dentro y fuera de México.

Al preguntarle sobre el “machismo”, y el “feminismo radical”, dijo que la diversidad siempre ha existido, sin embargo, advirtió que siempre ha sido criminalizada, creando una mente unitaria y unilateral donde se mantiene el precepto “quien no se parece a mí no es bueno”.

Mechú Tum señaló que la sociedad está a tiempo de abrir las mentes a un pensamiento plural, sin cultivar las fobias, como la xenofonia, homofobia y racismo, lo que permitirá terminar con los odios que existen.

Luego de que algunas mujeres han radicalizado el movimiento en contra de la violencia, la premio Nobel se pronunció por dar participación de la gente, no intentar hablar por ellos ni interpretar sus sentimientos, pues cada persona es diferente.

Comentó que en su experiencia ha visto esquemas muy cerrados, pero al final la realidad se rompen, porque el ser humano es más libre de lo que piensa.

Las redes y el odio

Rigoberta Menchú comentó que en las redes sociales se aprecia este tipo de odio y discriminación, con un lenguaje no civilizado con malas palabras, que representa una manifestación de odio e inconformidad espiritual que no es buena para la sociedad.

Advirtió que las personas contra quienes se hace la ofensa no son las víctimas, sino el que ofende, por ello hay que hacer una cultura de paz que involucre valores y principios.

Asimismo, aclaró que en toda la historia humana las mujeres han sido autoridad, ética, moral y han abandonado lo que deberían de hacer en su ejercicio de autoridad desde la familia, esto complementado con las políticas públicas.

El liderazgo de las mujeres

Rigoberta Menchú al adelantar parte de lo que sería su conferencia en el Centro Expositor, “El Empoderamiento Femenino, Mujeres Protagonistas de una Nueva Era", dijo que las mujeres han tomado un liderazgo político muy grande: “Veo luchas por desaparición forzada, derechos humanos, tierras, identidad y por eso crece la violencia contra las mujeres, porque nos enseñaron que las mujeres están para cuidar la casa,  el marido, la familia".

Menchú Tum destacó la importancia de que la academia participe en el análisis de expedientes y testimonios de víctimas de estas agresiones para coadyuvar en la generación de políticas públicas y programas que permitan abatir este problema.

También, llamó a las mujeres a romper el silencio y sistematizar sus experiencias para contribuir con la causa; además de exigir a las autoridades castigo a los responsables de estas agresiones hacia su género.

Indígenas, líderes para dirigir México

En otro tema, la Premio Nobel de origen guatemalteco, hizo votos por el incremento de la participación de indígenas en la política, al resaltar que gozan de una preparación para vivir ambas culturas.

"La participación de los indígenas debe aumentar en todos los niveles, gozan de un fuerte liderazgo y preparación para vivir ambas culturas y en la medida en que se generen políticas públicas en favor de esta población, crecerá su participación", sentenció.

Preocupación por los migrantes

Por otra parte, habló de los problemas que enfrentan los migrantes mexicanos y centroamericanos en los Estados Unidos, donde se les quiere quitar la nacionalidad por parte del presidente Donald Trump a jóvenes hijos de padres indocumentados que nacieron en ese país, o bien que llegaron siendo menores de edad.

Expresó que es el momento en que debe darse la unidad, que se trabaje con las organizaciones, y destacó el papel de las iglesias para proteger a esta comunidad.

Respeto a la cultura indígena

La premio Nobel se refirió a la protección de los pueblos indígenas, e indicó que entre México, y su país –Guatemala- suman 27 millones de personas que necesitan atención para la preservación de su cultura y detener el despojo de sus tierras.