Después del sismo del mes pasado, la especialista en psiquiatría del Instituto Mexicano del Seguros Social (IMSS) delegación Puebla María Eugenia Torres Castillo, recomendó estar pendiente de los adultos mayores, niños y niñas ya que podrían enfrentar problemas de estrés postraumático, síntoma que podría alargarse hasta un mes después de la experiencia traumática.

Particularizó que en el caso de las niñas y niños se debe escuchar de qué forma vivió el sismo y a nivel de las escuelas deben buscar material audiovisual, para que a los pequeños se les explique que es algo natural, y para las personas de la tercera edad, hay descompensación metabólica y puede ser como detonante del sismo, ya que el fenómeno hizo que se complicaran algunos padecimientos.

Puntualizó que todas las catástrofes naturales tienen un impacto emocional, durante y después del mismo; ante esto los seres humanos son sometidos a “Reacción de Ajuste”, que se refiere a síntomas como dolores musculares, de cabeza y dificultad para tener un sueño reparador, por estar a la expectativa.

Recomendó que si los síntomas prevalecen se debe visitar a un especialista, y como medida preventiva se recomienda externar todo lo que vivieron con amigos, familiares y vecinos y escuchar otros testimonios, esto permite una empatía y que la persona se dé cuenta que no es la única que transita por esta reacción.

La Psiquiatra Torres Castillo invitó a no tomar medicamentos para dormir, ya que el organismo se va adaptar sin resolver el síntoma, a lo que sí se puede recurrir es el consumo de fitofármacos que pueden corregir el problema de insomnio y pueden mejorar estrés, generado por las reacciones emocionales que originó el sismo.

Detalló que ante un desastre natural las personas tienen una mayor segregación de neurotransmisores como lo es la adrenalina y la noradrenalina, que nos ponen en alerta máxima ya que nos sentimos amenazados, “cuando estuvimos en el sismo cruzamos por una incoherencia con el estado de ánimo, esto también se conoce como sentimientos encontrados, no saben qué hacer en ese momento”.

Agregó que si estos síntomas se prolongan en tiempo, intensidad y frecuencia, estamos hablando de un trastorno porque va a repercutir en su vida personal, social y familiar y a esto se le llama trastorno de estrés postraumático.

De la misma forma “cuando estamos despiertos vamos a tener recuerdos automatizados del evento traumático, percibimos alertas sísmicas sin que se activen, tenemos movimientos que nos hacen pensar que está temblando, si escuchamos ruidos todo lo relacionamos con el sismo”, concluyó la especialista del IMSS.