Miguel Ángel López regresó este jueves a los restos del edificio donde rescató con sus manos el cuerpo de un niño de 14 años de entre los escombros, en un conjunto habitacional del sur de la Ciudad de México dañado por el temblor del 19 de septiembre.

El rescatista voluntario recordó que trabajó por horas para llegar al cubo de las escaleras del segundo nivel donde yacía Joshua. Junto con otros brigadistas, sacó también de allí a su hermana, Karla, de 15 años; su madre, Angélica, de 43, y Miguel Ángel, de 41, quien era empleado del edificio.

Al cumplirse hoy un mes del siniestro, los habitantes del conjunto habitacional "Tlalpan" honraron con una ceremonia a las nueve víctimas que en total murieron en el edificio 1C, el único de los 10 inmuebles del multifamiliar que el temblor de 7,1 grados dejó en ruinas.

En las tablas de madera que resguardan la planta baja del edificio, lo que quedó en pie, los vecinos colocaron las fotografías de esas seis mujeres y tres hombres víctima junto con velas y grandes coronas de flores blancas con sus nombres.

Frente a la imagen que mostraba a un alegre Joshua de anteojos y brazos cruzados, el rescatista Miguel Ángel se hincó y lloró.

No tengo palabras para decir lo que siento. Para mi es algo muy triste porque me hubiera gustado rescatarlo con vida y no entregarle un cuerpo a la familia", comentó a Xinhua el hombre de 38 años y quien se gana la vida como chofer particular.

Los habitantes de los 500 departamentos del multifamiliar guardaron un minuto de silencio a las 13:14 hora local, cuando el temblor golpeó a la ciudad, entonaron el himno nacional con el puño en alto y se dieron ánimos gritando la consigna "¡México unido será reconstruido!".

Todos ellos también son damnificados porque el sismo causó daños en los otros nueve edificios y a la fecha las 500 familias que ahí residían permanecen evacuadas, algunas viviendo en campamentos en los parques aledaños.

Escenas de personas honrando a víctimas con el puño en alto se vivieron a la misma hora en otros puntos de la capital donde el sismo que cobró 228 vidas derrumbó edificios, como en el céntrico barrio Roma, uno de los más afectados.

"Hoy en la Ciudad de México estamos de pie, estamos comprometidos, estamos trabajando. Seguimos de luto pero seguimos en movimiento", declaró el alcalde Miguel Angel Mancera en su conferencia matutina.

La alcaldía dijo hoy que los cálculos preliminares apuntan que el costo de los efectos del temblor rondan los 4.000 millones de pesos (212,7 millones de dólares), entre daños a viviendas e infraestructura y servicios brindados por la emergencia.

El temblor tuvo un saldo total de 369 víctimas fatales porque también golpeó los estados de Morelos, Puebla, México, Guerrero y Oaxaca, entidad que apenas el 7 de septiembre había sido sacudida por un devastador terremoto de 8,2 grados.

En el conjunto multifamiliar Tlalpan, los habitantes aprovecharon la ceremonia para tributar agradecimiento a los rescatistas que laboraron por días en las ruinas del edificio para rescatar a 18 personas con vida.

Varios inquilinos entregaron un ramo de flores y abrazaron a cada uno de los brigadistas presentes, entre ellos Miguel Ángel, quien el día del temblor corrió al multifamiliar apenas se enteró de la devastación.

Los empleados de la panadería, el médico de la farmacia y el distribuidor de panecillos dulces también corrieron a los escombros para quitar piedras y sacar personas, recordó Patricia, abuela de dos víctimas.

Gracias por la oportunidad de tener nuestra vida", remató Elsa, una inquilina del edificio derrumbado, en su mensaje a los brigadistas.

El terremoto destruyó hogares pero unió a las familias del conjunto habitacional con una antigüedad de seis décadas, muchas de las cuales no se conocían antes, dijo a Xinhua el líder de vecinos del edificio colapsado, Adhaf Raúl Hatem.

Destacó que la organización que han tejido los vecinos les permitirá enfrentar la etapa de reparación o reconstrucción de los nueve edificios que quedaron en pie pero dañados, una tarea que la alcaldía previó la víspera que puede tardar hasta un año en completarse.

Es complicado el día a día pero hay esperanza en la unificación de los vecinos. Estamos confiados en que con las asociaciones que estamos creando como vecinos se reconstruyan", sostuvo Hatem.