Ante la inflación del seis por ciento que superó las expectativas del Banco de México este 2017, los poblaos deben de cuidar sus recursos durante El Buen Fin, a realizarse del 17 al 20 de noviembre, al invertir exclusivamente en productos necesarios para la familia y el hogar, con el fin de evitar una descapitalización en el primer trimestre de 2018, advirtió el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Marcos Gutiérrez Barrón.

El académico consideró que los poblanos y poblanas aún no saben detallar su lista de necesidades  básicas, a pesar de que la mayoría ha tenido malas experiencias al endeudarse año tras año sin lograr finiquitar los compromisos económicos, acentuando que miles de consumidores aún deben parte de los productos que compraron durante la edición del año previo.

Gutiérrez Barrón detalló que en el 2016, el 39 por ciento de los consumidores compraron ropa, el 21 por ciento pantallas, un 12 por ciento adquirió teléfonos móviles y 11 puntos porcentuales equipos de computación.

Por lo tanto, advirtió que estos productos electrónicos pueden subir de precio durante El Buen Fin porque pocas tiendas en Puebla verdaderamente privilegian a los ciudadanos con buenos descuentos. De este modo, sugirió a los consumidores comparar precios a través de los portales de internet.

“Ahora ya no tienen que desplazarse para conocer la realidad de los precisos, en sus celulares tienen la gran ventaja de estar en todas partes a la vez”.

El gasto de los ciudadanos debe priorizar productos de calidad que no superen el salario percibido, porque entonces las cargas económicas abatirán los recursos familiares a lo largo de un año, aunque los pagos sean mensuales a 12 o a 18 meses sin intereses, “pero lo mejor es evitar deudas de un año y medio”.

“Se pide ahorrar porque el escenario financiero es complicado para el próximo año, por eso se debe tener siempre un remanente de dinero para cualquier situación imponderable que se pueda presentar a lo largo del 2018 que de entrada luce grave en los primeros tres meses”.

De acuerdo a los datos proporcionados por las diferentes departamentales y comercios de gran envergadura, reveló que un 30 por ciento de los poblanos aún adeudan sus compras del año pasado y que este año se volverán a endeudar.

Además, Gutiérrez lamentó que los consumidores poblanos no estén bien informados sobre cómo los niveles de depreciación del dólar impactan negativamente en sus compras cotidianas.

Mucho ojo con dinero plástico

Marcos Gutiérrez sugirió a los clientes potenciales de la séptima edición de El Buen Fin no utilizar las tarjetas de crédito porque las tasas de interés convertirán esas compras en verdaderas torturas. Explicó que las tasas se ubican en un promedio del 60 por ciento, superadas por las departamentales, que en algunos casos,  llegan hasta el 100 por ciento.

“Es importante que el consumidor se informe antes de comprar sobre los derechos que tiene, además de seguir los consejos de las autoridades sobre cómo hacer reclamaciones y exigir se cumpla la garantía por eso siempre es importante pedir factura de todo”. 

Insistió que el incremento generalizado de precios de la mayoría de los productos se observará durante El Buen Fin como comprobarán cuando adquieran los videojuegos, computadores o electrodomésticos.

Salario mínimo

El catedrático consideró que después de una reducción real en los salarios mínimos durante las últimas dos décadas, los cuales no corresponde a la realidad de los costos de productos básicos ni superfluos, todo parece indicar que debido a las presiones de los diferentes organismos empresariales y de las demandas realizadas durante las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, se incrementarán por arriba de los 90 pesos.

Recordó que la Coparmex realizó una propuesta para incrementarlo a 95 pesos con 25 centavos, en comparación con los 80.04 pesos actuales que no alcanza ni para comprar los productos de la canasta básica, reiteró.

“El Consejo Coordinador Empresarial se pronunció a favor, pero siempre que no se afecte a la inflación ni a las tasas de interés y el secretario del Trabajo dijo que podría quedar por arriba de 90 pesos porque una cantidad mayor podría romper el  consenso entre organismos patronales y sindicales”. 

Uno de los principales  temores de las autoridades, indicó, es que los créditos hipotecarios de los trabajadores sufran un incrementos si aún los tienen en UDIS, por eso se deben convertir a pesos.

La tendencia de los salarios mínimos ha sido menguante desde el 1994 y para el 2014 ya había perdido el 27 por ciento de su valor, “una familia con un salario mínimo al día puede comprar tres cuartas partes de lo que compraba hace 20 años”. 

La población económicamente activa asciende a 52 millones de personas de ellas el 12.5 por ciento percibe un salario y 23.2 por ciento entre uno y dos. Pero sumando el 35.7 por ciento a lo mucho percibe cuatro mil 800 pesos, precisó.