Al menos 518 exhalaciones y nueve sismos, con magnitudes que no superan los 2.3 grados, ha provocado en las últimas 48 horas el volcán Popocatépetl. Sin embargo, el semáforo se mantiene en Amarillo Fase Dos, según reportes del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), por lo que continúa la alerta.   

El organismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), informó que se identificaron el 3 de noviembre, 318 exhalaciones de baja intensidad, acompañadas de vapor de agua, gas y ligeras cantidades de ceniza. 

Para este 4 de noviembre, se registraron 200 exhalaciones más, con tres explosiones y ligera caída de ceniza en los municipios de Yecapixtla y Zacualpan de Amilpas, pertenecientes al estado de Morelos.

En ese lapso, los equipos también detectaron nueve sismos volcanotectónicos, con magnitudes desde 1.3 hasta 2.3 grados en la escala de Richter. 

Asimismo, durante la madrugada del 3 de noviembre, se registró un episodio estromboliano o explosión con salida de fragmentos, con duración total de 230 minutos. En ciertos momentos, se pudo observar incandescencia sobre el cráter, indicó en su reporte el Cenapred. 

Por lo tanto, la dependencia exhortó a no acercarse al volcán por el peligro que implica la caída de fragmentos balísticos. Además, en caso de lluvias fuertes, pide a la población alejarse de los fondos de barrancas por posibles deslaves y flujos de lodo. 

Escenarios previstos: 

1. Actividad explosiva de escala baja a intermedia. 

2. Lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas. 

3. Posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.

Recomendaciones: 

1. Mantener el radio de seguridad de 12 km, por lo que la permanencia en esa área no está 

permitida. 

2. Mantener el tránsito controlado entre Santiago Xalitzintla y San Pedro Nexapa, vía Paso de Cortés. 

3. A las autoridades de Protección Civil, mantener sus procedimientos preventivos, de acuerdo con sus planes operativos. 

4. A la población, estar atenta a la información oficial. 

En caso de caída de ceniza: 

  • Cubrir nariz y boca con un pañuelo húmedo o cubreboca. 
  • Limpiar ojos y garganta con agua pura. 
  • Utilizar lentes de armazón y evitar los lentes de contacto para reducir la irritación ocular. 
  • Cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de la casa. 

Breve historia

Durante su historia reciente, el Popocatépetl ha tenido por lo menos cuatro erupciones explosivas que colapsaron el cono.

Los años de mayor actividad del Popocatépetl en siglos pasados, fueron:

1363 Comenzó a humear.

1509 Cuarenta días con una claridad de noche muy resplandeciente.

1512 Llegaba el humo al cielo.

1519 y 1528 Lo vieron arrojar humo, cenizas y piedras incandescentes.

1530 Arrojó humo.

1539 Echó grandes llamas, piedras y cenizas.

1562 Materias encendidas.

1570 Incrementó la actividad sísmica.

1571 Arrojó muchas cenizas.

1592 Volvió a arrojar vapores y cenizas

1642 Arrojó mucho humo y cenizas.

1663 Expulsión de ceniza era en cantidad y piedras pómez.

1664 Arrojó gran cantidad de humo.

1665 Se mantuvo arrojando ceniza por  4 días.

1697 Hizo una erupción de fuego.

1720 Hizo una nueva erupción.

1790, 1802 y 1804 Una columna de humo salía del cráter.

Los reportes del siglo 20 son numerosos pero coinciden en fumarolas, cenizas, y pequeños sismos.

A lo largo de 1992 y 1993 aumentaron las fumarolas y los microsismos y el 21 de diciembre de 1994, el coloso despertó de su sueño exhalando gases, cenizas, (las cuales llegaron más allá del estado de Puebla) y algunos materiales sólidos, mientras en 1995, registró una actividad fluctuante. 

En marzo de 1996, aumentó su actividad y se formó un domo en el cráter. El 30 de abril de 1996, murieron cinco expertos alpinistas debido a una lluvia de piedras incandescentes lanzadas por el volcán.

Asimism, el 30 de junio de 1997, el Popocatépetl lanzó una fumarola de 8 kilómetros de altura y 50 kilómetros de diámetro. 

Los primeros días de julio las exhalaciones disminuyeron pero se pudo observar desde helicópteros que en los flancos sur y sureste del cono había varias lenguas de flujos granulares de uno a dos kilómetros de longitud que escurrieron radialmente del cráter.

En su interior se vio una depresión en el nuevo domo 1996. La última erupción ocurrió el 21 de septiembre del 2003.