Luego de la toma de protesta del nuevo Comité Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), su presidenta, Karen Berlanga, señaló que no están ahí para atrapar peces gordos ni perseguir a nadie.

En entrevista, la exdelegada de Liconsa, también se desmarcó de partidos o grupos políticos, sobre todo, por su trabajo en el gobierno federal. Asimismo, reconoció que iniciarán labores sin recursos ni oficinas, debido a que como es un instituto de nueva creación, partirán de cero.

Aseveró que, debido al hartazgo de la ciudadanía hacia la corrupción, las expectativas no están claras en cuanto a este sistema. Por lo tanto, refirió que su función como ciudadanos, es solamente coordinar y vigilar las acciones que se lleven a cabo dentro del SEA. 

 


 

Explicó que son siete los miembros en el SEA, entre quienes resalta el fiscal anticorrupción, el consejo de la judicatura, el contralor del estado, entre otros.

“Las expectativas no están bien claras, la gente piensa que vamos a meter a los peces gordos a la cárcel y no es así, no somos ni perseguidores, ni investigadores”, argumentó.

“Vamos a involucrarnos, a involucrar a la ciudadanía a que tengamos más incidencia en las acciones y facultades que tiene cada una de las dependencias”.

De este modo, señaló la exfuncionaria federal que tendrán que dar seguimiento muy puntual a lo que hagan los funcionarios públicos. Indicó que tiene en estos momentos, como prioridad, está la vigilancia de la dirección que tomen los recursos para las afectaciones del sismo del 19 de septiembre.

“Lo que pasó con el Sistema Nacional Anticorrupción, es que les costó mucho trabajo obtener recursos, nosotros no vamos a partir de cero, vamos a tener algo, para buscar una oficina, porque ahorita no tenemos absolutamente nada”, señaló.

“El tema no es económico, sino tratar de ser responsables contra una enfermedad que es la corrupción”, argumentó ante el cuestionamiento de la prensa.

Asimismo, en la entrevista, Berlanga fue cuestionada sobre la postura de distintos académicos que lamentaron las cercanía de los integrantes del comité ciudadano del SEA, con el gobierno federal y estatal.

“Todos somos ciudadanos, todos somos poblanos y tenemos intereses de que las cosas funcionen y funcionen bien”.

“Yo no tengo partido desde hace muchos años, creo que quienes me conocen y quienes me vayan conociendo más, las dudas se vayan disipando, no tengo compromiso con ningún partido, ni ningún grupo político. Me siento tranquila y transparente de estar donde estoy”.

-¿Metería las manos al fuego por sus compañeros?

-Para ser honesta, los voy conociendo, tengo claro dónde están y su trayectoria, pero así como meter las manos por cualquiera, creo que por mis hijos nada más.

Ni peces gordos ni cazadores

Karen Berlanga insistió que es muy importante tener claras las expectativas y funciones del comité de participación ciudadana en el SEA.

Indicó que, ante el hartazgo que hay de la ciudadanía se piensa que con una varita mágica se va a acabar la corrupción y van a aparecer peces gordos en la cárcel.

“Eso de ninguna manera es el objetivo principal, sino llevar a cabo la vigilancia de las acciones y dar seguimiento, hace observaciones y llevar claro que están haciendo. Pero sobre todo escuchar a la ciudadanía para que tengan mayor injerencia”, subrayó.

“Por supuesto que todo merece sanción, es muy importante tener claro que cualquier acto de corrupción se va a dar seguimiento, se va a ver con lupa, pero no es un tema que sancionemos o persigamos”.

¿Y la denuncia?

Cuestionada Karen Berlanga por la prensa sobre un caso de corrupción que reveló durante su entrevista para el actual cargo, cuando era funcionaria de Liconsa, evadió porque no lo denunció.

“No existió ningún acto de corrupción, lo que comenté fue que en ese momento un empresario me ofreció una cantidad y yo no la acepté y él se sorprendió que no la aceptara”.

-¿Pero no lo denunció en su momento?

-Creo que hay una confusión, una parte fue un dinero económico que si me dijo, y el otro fue que el buscarme uno de los proveedores, a mí no me interesan las comisiones, no nos manchemos, más bien pedimos descuento a Liconsa, pero no fue un acto de corrupción, sino una práctica que se lleva de manera natural.

“Por supuesto que lo vamos a atacar, conociendo como se lleva, pero no sucedió, no finiquitó”, fue el argumento.