El nuevo presidente de Zimbabwe, Emmerson Mnangagwa, llamó a todos los zimbabuenses a unirse y trabajar juntos para reactivar la deteriorada economía.

En su discurso inaugural poco después de prestar juramento como presidente, Mnangagwa declaró que su gobierno dará prioridad a la reactivación económica para crear empleos y generar una mejor vida para los zimbabuenses que han padecido más de una década de dificultades económicas.

Mnangagwa rindió especial tributo al expresidente Robert Mugabe, a quien describió como un padre, mentor y camarada de armas.

El presidente dijo que los zimbabuenses nunca deben olvidar el trabajo que Mugabe hizo por el país antes y después de la independencia.

Mugabe renunció el martes ante la presión del ejército y del pueblo, luego de permanecer 37 años en el poder.

En el discurso, Mnangagwa prometió el compromiso de Zimbabwe de saldar su deuda externa con acreedores multilaterales, y al mismo tiempo imploró a los países occidentales eliminar las sanciones impuestas a la nación.

Zimbabwe está listo para una firme renovación de compromisos con todas las naciones del mundo y dijo que el país dará pasos audaces para comunicarse con países que lo han aislado.

Políticas clave

En su discurso, Mnangagwa subrayó las agendas política, social y económica que seguirá su gobierno, incluyendo el impulso de las exportaciones, la lucha contra la corrupción y hacer frente a los desafíos de liquidez que experimenta actualmente el país.

El nuevo presidente mencionó que su gobierno garantizará que las elecciones nacionales programadas para 2018 se realizarán de acuerdo con lo planeado.

También indicó que el programa de reforma territorial de Zimbabwe no dará marcha atrás y añadió que su gobierno está comprometido a indemnizar a los agricultores blancos cuyas tierras fueron tomadas para ser redistribuidas entre agricultores negros de Zimbabwe.

Además, Zimbabwe, dijo Mnangagwa, da la bienvenida a asociaciones lucrativas con inversionistas internacionales con el objetivo de reactivar la economía.

La meta "es una economía que se apoye sobre sus pies. Sólo de esa manera podremos recuperar nuestra economía, crear empleos y reducir la pobreza", afirmó.