Durante las campañas de 2018 el tema principal será el combate a la corrupción, sin embargo se trata de un discurso y no de acciones para verdaderamente romper con la complicidad, señaló Luis Carlos Ugalde, exconsejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), durante la conferencia magistral Elecciones y corrupción en México.

Explicó que en años electorales los presupuestos que aprueban los legisladores federales son previamente acordados con los gobernadores del país a fin de impulsar programas u obras que den la imagen de que sí se está trabajando a favor de los ciudadanos.

Desde el salón Barroco del Edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), el también director Director General de Integralia Consultores, destacó que la corrupción se corrobora cada vez que se acuerdan los planes gubernamentales en San Lázaro porque existió previamente la repartición suculenta de los recursos públicos.

Luis Carlos Ugalde resaltó que para frenar la creciente corrupción en la actividad electoral hay factores que se deberían exigir desde la sociedad civil como: mayor transparencia presupuestal, acabar con la impunidad, la omisión y el clientelismo político.

La complicidad que existe entre los políticos para mejorar ante la población su imagen y la de sus partidos también se refleja en las declaraciones continuas de denuncias, pero al final todo queda en reclamos mediáticos. Ejemplificó que los dirigentes de los partidos indicaron que no recibirían sus prerrogativas para apoyar a los damnificados por los sismos de septiembre, aunque al final todo se quedó en un gran anuncio publicitario.

Lucimiento cultural 

Para el hombre que dirigió el primer organismo electoral en México, el tema del uso del erario para programas y obras de lucimiento fue instaurado y consolidado hace tres lustros por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Es un mecanismo de intercambio de recursos para realizar obras, acciones a favor de la educación superior, cultura, plantas tratamiento de agua, acciones con recursos públicos que dan mucho atractivo al político y a los gobernadores porque les da visibilidad”, refirió.

Ugalde Ramírez  reiteró que aunque de entrada exista negativa de los partidos de oposición al gobierno, al final por la complicidad política consensuada, terminan por aprobar los presupuestos públicos de cada estado unánimemente  y hasta les dan más recursos “para terminar de quedar bien con la población”.

“Se da un arreglo de complicidad política, se ha hecho en los últimos 15 años, hay pluralismo y oposición, pero si se dan cuenta los presupuestos públicos, todos se aprueban siempre por unanimidad”, destacó.

Cárdenas, candidato independiente ideal

Destacó que su amigo Enrique Cárdenas tiene el aval de varios sectores de la sociedad para buscar la candidatura independiente a gobernador en Puebla por ser una persona honesta y que no se corrompe.

“Él tiene el perfil que la ciudadanía espera como candidato independiente y participación va a refrescar la política y daría muchos temas de debate, además es incorruptible”.

Después de una espera superior a los 60 minutos, indicó, que el exdirector del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), refrescará el nivel de la política porque incrementará el nivel de discurso.

Frente, opción cuestionable 

“La oferta del Frente (Ciudadano por México) también es cuestionable. Uno, su nombre es cascarón vacío porque se trata de una alianza de tres partidos que lucran con el apellido 'ciudadano'. No es pecado que tres partidos hagan una coalición y que postulen a candidatos de sus filas para ganar elecciones. Lo malo es el abuso de la llamada democracia ciudadana. Dar gato por liebre”, apuntó.

Además, priorizó, que el Frente Ciudadano por México basa su oferta política en la idea de gobiernos de coalición, algo de dudosa relevancia o funcionalidad para México.

“El problema central del mal desempeño de la democracia es la falta de un sistema de pesos y contrapesos, del cual todos los partidos han sido culpables por omisión”. 

Romper con el vicio 

Luis Carlos Ugalde resaltó que para frenar la creciente corrupción en la actividad electoral hay factores que se deberían aplicar: mayor transparencia presupuestal, acabar con la impunidad, la omisión y el clientelismo político, situaciones que, dijo, si no se realizan desde las instancias oficiales, deben ser impulsados por la sociedad civil.