El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, aseguró que los festejos religiosos no se han suspendido a causa del sismo del 19 de septiembre, y la opción ha sido utilizar capillas abiertas, atrios, la calle o el zócalo capitalino.

En rueda de prensa, tras ofrecer la misa en el Primer Domingo de Adviento, el jerarca católico se refirió a la cercanía de las fiestas guadalupanas, así como de la Natividad, e indicó que no habrá suspensión de las actividades, a pesar de que varios templos resultaron dañados a causa del movimiento telúrico, e indicó que los feligreses manifiestan así su fe.

Reconoció que, independientemente de las 226 iglesias dañadas, hay entre los católicos un sufrimiento moral, ya que han perdido imágenes de sus santos patronos, como Santiaguito, de Izúcar de Matamoros, el cual fue destruido al derrumbarse la cúpula del templo.

Comentó que en estos momentos sigue el estudio, una vez que hay inmuebles de más de cien años en dichas condiciones, pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señala que éstos deben restaurarse a pesar de que se encuentran muy debilitados.

Asimismo, Víctor Sánchez Espinosa, aseveró que su posición es que deberían demolerse dichos recintos para no poner en riesgo a las personas que acuden a profesar su fe. 

Respecto a cuándo iniciará la reconstrucción, señaló que gran parte de los templos son propiedad del gobierno federal, y cuentan con un seguro que se espera sea cubierto antes de que inicien las campañas políticas.

Dijo que las festividades religiosas están sirviendo para recolectar fondos que permitan la restauración de los inmuebles.

Inició el Adviento

Durante la misa, el arzobispo encendió la primera de las cuatro velas de la Corona de Adviento, celebración previa a la Navidad.

Ante los fieles católicos, Sánchez Espinosa, los llamó a reflexionar sobre el significado de la festividad y pidió evitar borracheras. En cambio, trabajar porque se inicie un cambio en el interior de las personas que se traduzca en un ambiente de paz y tranquilidad durante las celebraciones decembrinas.

Comentó que éstas son más que comer y beber, resaltando que se trata de un llamado a ser mejores personas.

“Debemos seguir viviendo nuestro trabajo pero con la esperanza de la venida inminente de El Señor. En este tiempo de Adviento, que El Señor nos encuentre despiertos, vigilantes y en oración, haciendo las cosas que le agradan, practicando el amor”, comentó.

Víctor Sánchez Espinosa, declaró que si cada persona hiciera al menos una obra de misericordia, su entorno y, en general, el mundo serían mejores para todos. 

“Si cada uno de nosotros hiciera una obra de misericordia, el mundo sería distinto. Visitar al enfermo, apoyar a la persona necesitada, a los más pobres. Si cada uno hiciera una obra de misericordia, como dice el Papa Francisco, el mundo cambiaría y sería distinto”, externó.

En su mensaje dominical desde el Altar Mayor, el jerarca religioso dijo a los católicos que debe pensarse que si uno tiene qué comer, hay que contemplar en quien no lo tiene y ayudarles, pues esto, además, fue una petición de los profetas y en los tiempos actuales hay que hacerlo.

Feria Guadalupana

Mientras tanto, el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, anunció que del 8 al 12 de diciembre se llevará a cabo la 58 edición de la Feria Guadalupana, la festividad más familiar de Puebla.

Dijo que ésta tiene como principales objetivos pedir por las vocaciones sacerdotales, dar a conocer la vida del Seminario y recaudar fondos para su sostenimiento, ya que actualmente cuenta con 268 seminaristas: 103 en los cuatro menores (Puebla, Ciudad Serdán, Sierra Norte e Izúcar de Matamoros); 35 incluidos en el Curso Introductorio; 113 seminaristas en el Seminario Mayor (de los cuales 6 son extranjeros) y 8 diáconos en la Casa de Volcanes.