Rusia ha iniciado la retirada de una parte de sus tropas y equipos militares en Siria por orden de su presidente, Vladímir Putin, informaron los medios locales.

Putin anunció el lunes la retirada en una visita sin anunciar a la base aérea rusa de Hmeymim, en Siria.

En la primera etapa, se retirarán 23 aviones de combate, dos helicópteros Ka-52 y una parte de las tropas, que consisten en soldados, fuerzas de operaciones especiales, cuerpos médicos y equipos de artificieros, dijo Sergey Surovikin, comandante de las fuerzas rusas en el país árabe.

No obstante, se mantendrán operativas las dos bases militares rusas, la de Hmeymim y la Base Naval de Tartus, para garantizar la estabilidad, agregó Surovikin.

Según las informaciones, con apoyo de la Fuerza Aérea de Rusia, el ejército sirio ha liberado un 98 por ciento del territorio controlado por los terroristas durante los últimos dos años.

Su cuantioso despliegue de soldados y armas en Siria, que incluye 69 aviones de combate, cuesta a Rusia un promedio de 2.6 millones de dólares cada día.

Cuarenta soldados rusos han fallecido y al menos siete equipamientos militares han sido destruidos desde septiembre de 2015, cuando Rusia comenzó sus operaciones contra el terrorismo en Siria a petición de Damasco.