Para garantizar la calidad del trabajo de los artistas urbanos que operan en el Centro Histórico, el reglamento que entró en vigor en junio para regular las actividades de este segmento de la comunidad sufrió modificaciones, como la que impedía que desarrollaran sus habilidades en el zócalo, la obligación de capacitarse y el punto que los elevaba al rango de ambulantes, convinieron los regidores durante la sesión de Turismo, Arte y Cultura.

El modificado reglamento se aprobará en la primera sesión de esta comisión del primer mes de 2018, posteriormente pasará a Cabildo para recibir el visto bueno. Los regidores acordaron también borrar el párrafo correspondiente al cobro de los 37 pesos para que canten o toquen sus instrumentos en uno de los 13 puntos permitidos en la Angelópolis.

Las áreas autorizadas son el Paseo Bravo, callejón John Lennon, explanada del Mercado de Sabores, corredor Peatonal 5 de Mayo, Jardín de Analco, explanada del Teatro Principal, parque de Las Ninfas, Plazuela Lombardo Toledano, parque de Santiago; Plaza Centenario, Jardín del Carme, Plazuela de Los Sapos y la Plaza de Armas.

Además, establecieron sanciones temporales y definitivas a quienes incumplen con las reglas que deberán respetar. Los regidores darán de baja un mes a la persona que use lenguaje irritante, vulgar, violento y discriminatorio con los ciudadanos y visitantes, incluir a menores de edad en su presentación y por usar sustancias inflamables.

Destacaron que tampoco podrán vender discos o cintas con música u otros artículos porque entonces la Secretaría de Gobernación, a través de sus supervisores, tendrá la facultad de sancionarlos y decomisarles la mercancía hasta que paguen su multa.

Aclararon que si algún cantor o artista urbano quiere vender sus discos o cualquier otra herramienta deberá solicitar el permiso pertinente porque esa actividad no corresponderá a cantar o tocar instrumentos musicales.

El presidente de la comisión, Miguel Méndez Gutiérrez, destacó que los nuevos lineamientos de ninguna manera son excluyentes pero deberán de cumplir con los acuerdos establecidos en el reglamento como el de inscribirse ante el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla para que se realice un padrón sobre el número de artistas urbanos y tendrán que solicitar su tapete al IMACP.

La audición ante un comité asesor conformado por personal independiente, encargado de emitir una evaluación, tampoco se realizará.

Ocurrió así

El 20 de julio el Barzón Poblano promovió tres amparos colectivos de 20 personas cada uno, ante los juzgados federales I, II y VI; los 60 involucrados repudiaron la del Programa de Artistas Urbanos del Ayuntamiento de Puebla por atentar contra la libertad de expresión.

El sábado 19 de agosto, el investigador de la UAP, Germán Sánchez Daza, en un foro organizado por los artistas urbanos indicó que la cultura en Puebla se concibe como un espectáculo para los visitantes y que las personas tenían derecho de difundir su música como lo hacían los antiguos trovadores.

Méndez Gutiérrez consideró que ahora sí el reglamento esta adecuado para garantizar a los artistas urbanos realizar su trabajo adecuadamente, sin impedimentos.

Consideró que en Puebla las personas que gustan de expresarse a través de su música nunca han tenido restricciones porque, recordó, que acciones que los artistas consideraban violatorias de los derechos humanos, se eliminaron de forma casi inmediata para que mantuvieran su ritmo de trabajo normal.