Más de tres millones de niños han nacido en Yemen desde el inicio de la escalada del conflicto en el país en marzo de 2015, y desde entonces han enfrentado violencia, desplazamiento, enfermedad, pobreza y desnutrición, sin mencionar la falta de acceso al agua, cuidados a la salud y educación, señala un informe publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Una generación completa de niños en Yemen está creciendo sin conocer nada más que violencia. Los niños en Yemen sufren las devastadoras consecuencias de una guerra que no provocaron", declaró Meritxell Relano, representante de Unicef en Yemen.

La desnutrición y las enfermedades son generalizadas por el colapso de los servicios básicos. Quienes sobreviven podrían tener cicatrices físicas y psicológicas por el conflicto para el resto de sus vidas", añadió.

El informe de la organización revela que más de 5 mil niños han muerto o resultado heridos por la violencia, aproximadamente 1.8 millones de niños están gravemente desnutridos, incluyendo cerca de 400 mil que luchan por sus vidas. Diariamente el cólera y la diarrea aguda afectan a más de un millón de personas, de las cuales los niños menores de cinco años de edad representan una cuarta parte de todos los casos.


Incluso antes de que el conflicto se agravara en 2015, Yemen era el país más pobre en Medio Oriente y era uno de los más pobres del mundo, luego de décadas de conflicto, subdesarrollo y declive económico.

El informe pide a todos los involucrados en el conflicto, así como a la comunidad global dar prioridad a la protección de los niños en Yemen.

Esto significa, dice  Unicef, el logro inmediato de una solución política pacífica y poner fin a la violencia, acatando el derecho humanitario internacional para proteger a los niños incondicionalmente durante conflictos, y proporcionar acceso sostenible e incondicional a asistencia para cada niño que lo necesite en Yemen.