En terrenos de cultivo, ubicados en los límites de Huixcolotla y Acatzingo, campesinos que recorrían la zona encontraron una fosa clandestina que en su interior contenía los restos de dos cuerpos humanos que estaban en avanzado estado de descomposición.

Los campesinos que pasaban por unos terrenos baldíos cerca de la carretera estatal se alertaron ante el fétido olor que provenía de un presunto matorral por lo cual decidieron llamar al 911 para dar aviso. 

Luego de la llamada telefónica, al lugar acudió personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), así como policías estatales y municipales de Tepeaca. Los agentes realizaron el levantamiento de los cadáveres para trasladarlos al anfiteatro del municipio.

Con la necropsia que por ley se les practicará, se busca conocer la fecha y posible causa de muerte así como las identidades de las victimas ya que debido al avanzado estado de descomposición fue imposible determinar si las víctimas pertenecían al sexo femenino o masculino; tampoco se pudo conocer algún rasgo de su personalidad que ayude a la identificación de los cuerpos. 

El macabro hallazgo -registrado en el llamado Triángulo Rojo- se dio a unos metros de distancia de donde se ubica el pozo que hace unos días fue noticia, luego de que en su interior se encontraron restos humanos de por lo menos otras  dos personas, así como prendas de vestir, que se presume, eran usadas por las víctimas.