El conductor de un camión ha causado daños irreparables en los milenarios geoglifos conocidos como las Líneas de Nazca, situadas en el sur de Perú, después de haber entrado con un vehículo en el lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad, y dejado profundas huellas que han afectado tres de las figuras dibujadas en la arena hace más de 2 mil años. El Ministerio de Cultura del país andino ha informado este martes en un comunicado de que denunciará penalmente al conductor que irrumpió ilegalmente en la zona, a pesar de las señales de prohibición.  

El vehículo entró las conocidas como pampas de Nazca, donde se encuentran las figuras geométricas y de animales que solo pueden apreciarse desde el aire, este sábado a las 18.00 horas. El conductor, trabajador de la empresa Transportes Pakatnamu SAC, entró en el lugar a pesar de la señalización y causó daños en la superficie y "parte de tres geoglifos de líneas rectas", según ha señalado el ministerio en un comunicado. El camión dejó en su trayecto "huellas profundas" en un área aproximada de unos 100 metros, de acuerdo con el comunicado.

Los vigilantes del Ministerio de Cultura, encargados de proteger el sitio arqueológico, se percataron de la infracción y presentaron una denuncia ante la Policía Nacional del Perú de Nazca. A las 21.00, el chófer, identificado como Jainer Jesús Flores Vigo, fue detenido cuando circulaba por una carretera cerca de la ciudad de Nazca (27.000 habitantes).


Flores Vigo ha argumentado en su defensa que entró en la zona porque su vehículo tenía problemas en uno de los neumáticos, según ha informado el periódico peruano El Comercio. El hombre, además, alegó que desconocía la condición patrimonial del área.

Las líneas de Nazca, declaradas en 1994 Patrimonio de la Humanidad, son geoglifos de más de 2 mil años de antigüedad con figuras geométricas y de animales, que solo pueden ser apreciadas desde el aire. Su significado es un enigma: algunos investigadores las consideran un observatorio astronómico y otros, un calendario.

Las líneas de Nazca ya han sido dañadas anteriormente

En 2014, durante la Conferencia de la ONU sobre el clima, que se celebró en Lima en diciembre de ese año, activistas de la organización Greenpeace accedieron a la zona y, en el área donde está el geoglifo del colibrí, y colocaron 45 telas amarillas con el mensaje: "Time for Change! The future is renewable, Greenpeace" (¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable, Greenpeace). 

Posteriormente, en septiembre del 2015, un sujeto ingresó y escribió su nombre en uno de los geoglifos. El hombre fue detenido y puesto a disposición de la fiscalía.