De acuerdo con el INEGI, de los 65.5 millones de usuarios actuales de internet, más del 80 por ciento tienen entre 12 y 24 años de edad. Con el fin de establecer  mecanismos que garanticen su seguridad, ante posibles delitos como  trata de personas, pederastia y pornografía infantil, un grupo multidisciplinario de investigadores de la BUAP creó el Laboratorio de Análisis Forense Digital para la Detección de Delitos en Internet, el cual identificará patrones relacionados con ese tipo de casos en redes sociales.

“Un análisis forense digital permite buscar patrones o comportamientos determinados de individuos como pederastas, quienes utilizan ciertas palabras para establecer un primer acercamiento y enganchar a sus víctimas por medio de las redes sociales”, señaló Enrique Colmenares Guillén, profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Computación (FCC).

Durante la primera etapa del proyecto, del 2009 al 2013, se realizaron los primeros algoritmos de desnudez, rostros y edad, lo que permitió plantear tres clasificadores de Aprendizaje Automático. Este, explicó, es un tema que se engloba en el estudio del Reconocimiento de Patrones, el cual pertenece al área de la Inteligencia Artificial.

“A través del desarrollo y mejoramiento de los algoritmos logramos definir el umbral de desnudez, con respecto al porcentaje de piel descubierta en una imagen. Con relación al rostro trabajamos con puntos fiduciales para analizar los ojos, nariz, boca, mentón, la parte de enfrente y lo que se conoce como ‘patas de gallo’, lo que también permitió clasificar las imágenes en rangos de edad y confirmar si la que aparece es la de un niño y así determinar la existencia de pornografía infantil”, explicó.

Actualmente, el clasificador de rostros tiene una precisión de 90 por ciento, mientras que el de edad 75 por ciento, y un promedio de error de más/menos 4.5 años, por lo que el equipo de investigadores continua con el mejoramiento de los mismos.

Colmenares Guillén, doctor en Arquitectura de Computadores por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en Barcelona, España, comentó que esta mejora permitirá, a mediano plazo, configurar un navegador capaz de analizar, con los tres clasificadores, de forma automática en las páginas web en Internet.

En la segunda fase del proyecto, que transcurrió del 2013 al 2016, se integró un grupo multidisciplinario -psicólogos, criminólogos, perito forense, médicos, antropólogos forenses y expertos en lingüística-, para analizar otros aspectos relacionados con patrones, conductas y textos.

En esta dirección, estudiaron conversaciones de pedófilos en redes sociales, quienes ya fueron procesados y son originarios de Argentina, Chile, México y Estados Unidos, para identificar ciertos patrones escritos que fueron utilizados en las conversaciones para obtener información y enganchar a su víctima, con el fin de que al reconocer estas palabras se pueda prevenir a los usuarios.

Aunado a esto, de forma general, se crearon y desarrollaron perfiles falsos en Facebook, para determinar contenidos sexuales y fotos alteradas, así como identificar palabras específicas de las conversaciones (patrones).

Asimismo, se considera que el mismo software de Aprendizaje Automático es capaz de reconocer sitios web de contenido pornográfico infantil, pedofilia o trata de personas, por medio de un análisis de los textos que contienen.

Por otro lado, en colaboración con la Fiscalía General del Estado de Puebla, se planea realizar una tarea para la localización de menores extraviados o raptados, con fines de pornografía infantil.

“La idea es que si un niño fue raptado a los dos años, podamos determinar cuál sería su aspecto actual, por ejemplo, a los ocho o diez años, de tal forma que al saber cómo han ido cambiando sus facciones, seamos capaces de localizarlo en la web mediante el uso de estas herramientas”, aseveró.     

De igual forma, este laboratorio contempla la creación de una aplicación para dispositivos móviles, como celulares y tabletas, que contenga las mismas funciones de los tres clasificadores y envíe notificaciones a los padres de familia, o maestros, en caso de que algún menor ingrese a un sitio indebido o se produzca alguna situación de riesgo en las redes sociales.

Finalmente, el académico resaltó que es necesario advertir a los usuarios para que tengan un mayor cuidado con respecto a lo que comparten en sus perfiles, como datos personales, fotos familiares, ubicaciones geográficas, actividades diarias, entre otros, debido a que esta información es usada por los delincuentes para escoger a sus víctimas.

En el proyecto del Laboratorio de Análisis Forense Digital para la Detección de Delitos en Internet participan investigadores y estudiantes de licenciatura y posgrado de la BUAP, así como de la Universidad de Granada, en España, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y colaboradores de la Comisión Nacional de Seguridad y de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Puebla.