La Corte Suprema de Estados Unidos declinó hoy aceptar la apelación de la administración Trump a un fallo que permite continuar con un programa que protege a cientos de miles de jóvenes inmigrantes de la deportación.

"La petición de un auto de avocación antes del juicio es negada sin prejuicio", indicó la corte. "Se asume que el tribunal de apelación procederá con diligencia para decidir este caso" sobre el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).

En una medida poco usual, la administración Trump pidió la intervención de la Corte Suprema en el caso antes de que un tribunal federal de apelación emita su fallo.

En septiembre del año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció el fin del programa, pero le dio seis meses al Congreso para encontrar una alternativa legislativa.

Aunque la protección para los “dreamers” empezará a desmantelarse de forma gradual en marzo, el Congreso no ha aprobado hasta ahora leyes para abordar su destino.

El mes pasado, el juez de San Francisco William Alsup determinó que el gobierno debe continuar con el proceso de renovación de las solicitudes de DACA pendientes. Un segundo juez de Nueva York emitió una orden similar este mes.

Las órdenes serán analizadas por tribunales federales de apelación, pero el proceso podría tardar meses o años, lo que motivo a la administración Trump a acudir directamente a la Corte Suprema, la cual raras veces acepta eludir los tribunales inferiores.

La Casa Blanca emitió un boletín en el que acusó al juez de distrito en caso de haber "intervenido de forma imprudente en el proceso legislativo" por actuar mientras el Congreso debate la política.

 El DACA, establecido por el expresidente Barack Obama en 2012, es una política que permite a algunos individuos que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, en su mayoría de forma ilegal, recibir un período renovable de dos años de acción diferida de la deportación y un permiso de trabajo.