En territorio poblano las empresas familiares aportan alrededor del 80 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y llegan a generar fuentes laborales hasta en un 65 por ciento para la población, acentuó la expuso decana regional de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), María Fonseca Paredes.

Asimismo, señaló que estos negocios pueden enfrentar los riesgos del cambio generacional si los activos (todos los integrantes familiares) participan en decisiones fundamentales para anclar los valores de cada una de las unidades económicas a la siguiente generación familiar.

Durante la presentación del programa para crear valor en las empresas familiares, María Fonseca Paredes y Margarita Herrera Avilés, directora de Emprendimiento del Tec, priorizaron que el dinamismo de estas empresas debe de motivarse con planes y estrategias firmes.

Consideró Fonseca Paredes que uno de los grandes problemas, que aún prevalece en territorio nacional, es que el motor de este gran segmento de la economía nacional familiar tiene muchas interconexiones entre consejos de administración. Por lo tanto, desde la perspectiva de la escuela de Negocios del Tec se debe hacer una revisión de cómo está la estructura de esos consejos  administrativos para consolidar el campo de acción.

En México cada vez que una empresa familiar lamentablemente cierra sus puertas desaparecen alrededor de 10 decenas de empleos; el 82.3 por ciento de las pequeñas y medianas empresas tienden a desaparecen en un lapso de dos años.

El 72 por ciento de las empresas familiares en el país son regionales, el 12 por ciento a nivel nacional y un poco más del 4 por ciento en el extranjero. El 65 por ciento de las empresas familiares de primera generación y poco de 0.1 por ciento es de cuarta generación, situación que indica que dependen del desempeño de las primeras generaciones.

Entre los problemas de las empresas familiares aún prevalece el cómo y cuándo jubilar a los directores generales, pero algún grupo de ellas es que prácticamente la mayoría carece de protocolos familiares.

Las reglas familiares son más impulsivas y poco formales que estructuradas y formales como en el segmento cupular empresarial y existe la tendencia de tratar de realizar  las acciones de sucesión y continuidad de una manera un poco informal.

De este modo, recomendó que a los empresarios poner mayor énfasis en estructurar su área administrativa  con consejos de administración de familia, y comités en una serie de encuentros den orden a sus agendas de trabajo.

El programa del Tec de Monterey direccionado a las empresas familiares es para asegurar que su vida activa sea longeva porque, recordó, prácticamente la mitad de la economía nacional se sostiene en empresas pequeñas y medianas.

Aclaro que hablar de empresa familiar no necesariamente significa empresa pequeña porque la mayoría de las más grandes, incluso algunas que cotizan en bolsa mexicana de valores, tienen a la familia en el consejo de administración y en los altos puestos directivos.

El programa en primera instancia está dedicado al mercado interno, estudiantes, con sus empresas que han creado a través de los diversos programas de soporte y ayuda generados por los propios docentes del Tec de Monterrey.