Hemos llegado al cuarto domingo de Pascua, seguimos en la dinámica de celebrar al Señor Resucitado, es la alegría de la Pascua, el recordar día a día que Jesús resucitado ha salvado a todos, dando la vida por cada uno de nosotros.

Este domingo, dentro de la Cincuentena Pascual, se nos presenta Jesús como un pastor bueno con un único rebaño. 

Para cada uno de nosotros como cristianos, reconocemos que no solamente nos hemos apartado por nuestra falta de amor del único pastor, sino que nos hemos apartado del rebaño y hemos buscado otros rebaños, que nos alejan de una verdadera comunión de amor.

Es Jesús que nos invita a una verdadera comunión de amor, y que como Él demos la vida hasta lograrla. La humildad y la perseverancia en la oración nos llevara a reencontrar el aprisco del único pastor.

Amor de Jesús por la Iglesia 

El autor de los Hechos de los Apóstoles nos descubre el amor de Jesús por la Iglesia universal, en ella no hay discriminación el amor del resucitado es para todos. Quien quiere seguir a Cristo debe de vivir en una verdadera comunión de amor al prójimo. Hoy el mundo debe de reencontrase con Cristo piedra angular.

Hoy respondemos a la palabra de Dios con el Salmo 117, uno de los más bellos de todo el salterio. 

Es un poema que refleja la especial acción de Dios por su pueblo. Dios siempre está atento a quien confía en su palabra y busca una comunión de amor y solidaridad.

“Han vuelto al pastor”

Cuando el hombre interrumpe esa comunión de amor con el hermano, cuando se deja llevar por el egoísmo, el poder, el dinero, Él sale a su encuentro del mismo hombre gratuitamente por su condición de hijo en el hijo, las palabras del autor de la segunda lectura de este domingo nos dan esa confianza: “Han vuelto al pastor y guardián de sus vidas”.

El hombre de hoy, la mujer de hoy, se han dejado llevar por las ansias de poder, pero quien vive en el redil de la Iglesia descubre que el verdadero poder se da en el servicio y en el amor, en la entrega y en la libertad. Esa vida de perfección se nutre en comunión con Dios.

Debemos descubrir a Cristo como el único pastor del único rebaño, donde todos juntos debemos vivir en amor, esperanza y paz.

“Todos juntos debemos vivir en amor”

Sobre todo, es un canto profético del propio Cristo para indicarnos que Él es el único pastor del único rebaño, donde todos juntos debemos vivir en amor, esperanza y paz.

En este domingo celebramos la Jornada Mundial por las Vocaciones, nos unimos a la oración del Papa y de toda la Iglesia. La mies es mucha y los obreros siguen siendo pocos. 

Pidamos para que las vocaciones sean fieles y alegres al llamado del buen pastor. Sigamos dando gracias a Dios por los bienes que hemos recibido en esta Pascua y que seamos testigos del resucitado viviendo la paz, el amor y haciendo el bien a nuestros hermanos.

P. Paulo Carvajal Ramos