Este lunes por la tarde, una camioneta atropelló aproximadamente 10 personas en una de las avenidas más transitadas de Toronto, Canadá, ubicada entre la calle Yonge y la avenida Finch. El presunto conductor, que se dio a la fuga, ha sido detenido. La policía ha recibido el aviso a las 13:37, hora local. Todavía no hay confirmación sobre víctimas mortales, aunque testigos citados por medios locales han asegurado haber visto cadáveres tapados en el suelo. El diario Toronto Star cita al menos tres fallecidos. Tampoco se conoce el motivo del siniestro, ni si este fue deliberado.

Alrededor de ocho ambulancias se han dirigido al Hospital Sunnybrook, según el mismo medio. Varios testigos han asegurado al diario The Globe and Mail que había sido un acto intencionado. “Apenas estamos conociendo la situación en Toronto. Nuestros corazones están con todos los afectados. Tendremos más que saber y decir en las próximas horas”, ha afirmado el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la cadena CTV.

El vehículo es una furgoneta de alquiler de la compañía Ryder. El hospital Sunnybrook de Toronto ha informado de que ha recibido siete pacientes de la zona en la que se ha producido el accidente, según la agencia Reuters, aunque no ha precisado si se trata de heridos o de fallecidos. El servicio de metro ha sido interrumpido entre las estaciones Sheppard-Yonge y Finch. Las líneas de autobús público tampoco están circulando por la zona del incidente. 

El incidente coincide con la celebración en Toronto de la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, EE UU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón) que está tratando, entre otros temas, sobre el combate al terrorismo y contra el extremismo yihadista. 

Ralph Goodale, ministro de seguridad pública de Canadá, ha advertido en rueda de prensa que sería “inapropiado entrar en conjeturas” respecto a las causas del incidente. También ha afirmado que no hay indicios para elevar el nivel de riesgos en el país, de acuerdo a lo consultado entre las distintas instituciones de seguridad. Goodale ha evitado confirmar el número de muertos y heridos. 

La noticia ha causado preocupación en Canadá a raíz de los ataques con vehículos a transeúntes en ciudades europeas en los últimos meses. En el país también hay precedentes: el pasado 30 de septiembre, un hombre embistió a cuatro personas en Edmonton. Horas antes había atropellado a un policía. Asimismo, el 20 de octubre de 2014, un joven golpeó con su automóvil a dos militares en Saint-Jean-sur-Richelieu (Quebec). 

La posibilidad de que el atropello sea deliberado, como afirman algunos testigos citados por la prensa local, dispara las alarmas sobre el terrorismo. El extremismo yihadista ha utilizado el arrollamiento de personas en vías públicas como arma de terror en los últimos años. Ocurrió en Niza y Berlín en 2016 y en Barcelona el pasado agosto, entre otras tragedias.

Con información de El País.