Desde uno de los puntos medulares del robo y la comercialización ilegal del huachicol. Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial por la coalición Juntos Haremos Historia, anunció que a partir de julio su gobierno construirá dos refinerías. Además recordó que la extracción ilegal de petróleo deja ganancias a los "huachicoleros de abajo de 30 mil millones de pesos y a los de la mafia del poder 500 mil millones de pesos, anuales”.

Acompañado por los candidatos poblanos al Senado, Alejandro Armenta y Nancy de la Sierra, así como la legisladora federal Lizeth Sánchez, la candidata la alcaldía de Puebla, Claudia Rivera y el senador Manuel Bartlett Díaz, el abanderado prometió acabar de tajo con el robo de hidrocarburos en Puebla y en cada una de las entidades del país.

Entre gritos de presidente, presidente, presidente, López Obrador habló de los programas laborales que integrará su administración y sostuvo que serán la fórmula para acabar con el huachicol.

Explicó que con sus estrategias terminará la práctica de robar gasolinas y diésel a los ductos de Pemex, al tiempo que anunció que entre sus planes también contemplan el incremento a los salarios y pensiones para que las familias recuperen el poder adquisitivo de los productos.

El programa de becas para los jóvenes será una realidad para que concluyan sus estudios porque así los chicos y chicas no estarán tentados para ingresar a las filas del huachicol, insistió.

Los huachicoleros de arriba, dijo, son los funcionarios de grandes vuelos de la administración federal por mantener en resguardo a los altos mandos de las bandas delincuenciales.

En el municipio que en los últimos meses se convirtió en una zona de riesgo por huachicoleros y grupos de la mafia organizada, Andrés Manuel López insistió que con su arribo a la Presidencia, el robo de combustible a la red de ductos de Pemex será parte del pasado.