Mike Pompeo,  secretario de Estados Unidos, dijo que Irán sufrirá las sanciones más duras de la historia si no cambia el curso actual, por lo que urgió a Teherán a que reporte al Organismo Internacional de Energía Atómica sobre su programa nuclear, ponga fin a la proliferación de sus misiles y deje de apoyar a "grupos terroristas" en el Medio Oriente.

"Garantizaremos la libertad de navegación en las aguas de la región. Rastrearemos a los operantes iraníes y a sus socios del Hizbulá que operan en el mundo y los aplastaremos", declaró el diplomático estadounidense de más alto nivel. "Irán nunca tendrá nuevamente carta blanca para dominar Medio Oriente", aseguró en un discurso pronunciado en la Fundación Heritage, un grupo de consultoría conservador, para presentar una nueva estrategia sobre Irán.

Al hablar sobre las próximas sanciones, Pompeo dijo que "solo se volverán más dolorosas si el régimen no cambia el curso del camino inaceptable e improductivo que ha elegido para sí mismo y para el pueblo de Irán".

"Éstas serán las sanciones más fuertes de la historia… también nos aseguraremos de que Irán no tenga una vía posible hacia un arma nuclear, nunca", aseveró.

Pompeo describió el intento para establecer una coalición internacional con el fin de presionar a Irán y dijo que Estados Unidos desea un mejor acuerdo que resuelva sus preocupaciones sobre Irán y que enviará equipos a todo el globo para que expliquen los motivos estadounidenses y lograr impulso global.

"Cualquier nuevo acuerdo debe empezar por definir lo que el mundo debe demandar a Irán", expresó. "Estados Unidos no creó esta necesidad de un cambio de conducta, Irán lo hizo", indicó.

En un aparente intento por lograr apoyo de los aliados, Pompeo dijo: "Queremos apoyo de nuestros más importantes aliados y socios en la región y en todo el planeta". El funcionario agregó que "damos la bienvenida a cualquier nación enferma y cansada" de la conducta de Irán.

El discurso tuvo lugar después de que la administración Trump se retirara del histórico acuerdo nuclear de Irán este mes, lo que provocó una amplia indignación internacional.

Al anunciar el retiro, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió imponer "el más alto nivel" de sanciones económicas sobre Teherán y aplicar castigos como sanciones secundarias a naciones que mantengan negocios con Teherán.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo en un anuncio que "se reimpondrán sanciones, sujetas a períodos de intervalos de 90 días y 180 días. En la conclusión de los intervalos, las sanciones aplicables entrarán en vigor en su totalidad".

Quienes se han sentido particularmente frustrados son los aliados de Estados Unidos en Europa, que tienen muchos vínculos económicos con Teherán.