Finalmente, tras una oleada de insultos y amenazas nucleares, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Kim Jong-Un, líder Norcoreano, se dieron la mano en un histórico encuentro que pretende llegar a un pacto para la denuclearización de la península de Corea.

Kim dijo a través de un intérprete que el camino para llegar a las conversaciones no fue fácil, mientras que Trump afirmó que ambos líderes tendrán una fantástica relación, "no tengo dudas".

Trump entró por la derecha y Kim por la izquierda a un patio del hotel de estilo colonial británico, y se estrecharon la mano sobre una alfombra roja y frente a una decena de banderas de Estados Unidos y Corea del Norte.

El presidente estadounidense dijo unas pocas palabras al líder norcoreano y le tocó levemente el brazo derecho, mientras Kim permanecía en silencio.

La reunión a solas irá seguida de un encuentro de trabajo con sus respectivas delegaciones y un almuerzo.

El encuentro, cuyo objetivo es tratar la posible desnuclearización de Pyongyang, es la primera entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.

En dos mensajes de Twitter a primera hora de la mañana, Trump aseguró que "pronto" se sabrá "si un pacto real, a diferencia de los del pasado, puede alcanzarse o no".

“Los odiosos y perdedores dicen que el hecho de tener una reunión es una gran pérdida para EU. Tenemos a nuestros rehenes, las pruebas, investigaciones y todos los lanzamientos de misiles se han detenido, y esos expertos, que hablaron mal de mí desde el principio, ¡no tienen nada más que decir! ¡Estaremos bien!", añadió.

Con información de Excélsior.