La representante estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, anunció en conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado, Mike Pompeo, que el gobierno de EU se retira del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Según declaró Haley, el compromiso de Washington con los derechos humanos "no permite [a EU] seguir formando parte de una organización hipócrita que se preocupa solo por sus propios intereses y se burla de los D.H.". La representante reitera además lo que Washington considera como "críticas injustas" hacia Israel.

"El enfoque desproporcionado y la hostilidad interminable contra Israel es prueba de que el Consejo está motivado por sesgos políticos, no por los derechos humanos", afirmó Haley. Pompeo, por su parte, subraya que ese Consejo "socava nuestros intereses nacionales y los de nuestros aliados", y E.U. "no será cómplice" de ello.

No obstante, según informó anteriormente la agencia Reuters, la medida —que corresponde a la primera vez que uno de los 47 miembros del Consejo deja ese cuerpo voluntariamente— se habría adoptado en reacción a los cuestionamientos de ese organismo a la política migratoria del presidente de EE.UU., Donald Trump.

"La participación estadounidense es la última pizca de credibilidad que tiene el Consejo", argumentó Haley. "Esa es precisamente la razón por la que debemos irnos", acotó, no sin dejar abierta la posibilidad de que EE.UU. regrese al Consejo bajo condiciones diferentes a las actuales.

"Continuaremos abogando por reformas al Consejo de la ONU, y si llega a reformarse, estaremos felices de reintegrarnos", afirmó Haley.

Este 18 de junio, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, en el marco de un discurso en la 38ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, instó a las autoridades de E.U a acabar con la práctica de separación forzada de niños de las familias inmigrantes que entran ilegalmente en territorio estadounidense a través de su frontera con México.

Al Hussein describió esta práctica de la administración Trump como "abuso intolerable contra los niños", recordando que según la Asociación Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) "es sancionada por el Gobierno" y puede causar "daños irreparables para toda la vida".

Con información de RT.